El Gobierno se parapeta en el «no» del PP para evitar tocar la sedición
► La mesa de diálogo se reúne hoy en Moncloa con la vocación de alcanzar «acuerdos concretos»
Máximo hermetismo. Gobierno y Generalitat trabajan con total discreción discreción en la reunión de la mesa de diálogo que se celebra hoy en Moncloa, diez meses después de su último encuentro. Ni filtraciones filtraciones ni declaraciones altisonantes. Ya se anticipó que se daría un perfil perfil bajo a los preparatorios y que solo habría convocatoria pública cuando estuvieran en condiciones de rubricar «acuerdos concretos» en la misma. Evitando así generar expectativas y esa sensación de que el balón sigue rodando azarosamente, azarosamente, pero sin marcar ningún resultado tangible. Las conversaciones conversaciones están capitaneadas por quienes tienen un papel protagonista: protagonista: la consejera de Presidencia de la Generalitat, Laura Vilagrà, y el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, que han sido los encargados encargados de encauzar la relación en su momento más crítico, tras la «crisis de Pegasus», con hasta tres encuentros en solitario.
A ambas partes les interesa seguir seguir recorriendo el camino. Y trasladar trasladar una sensación ejecutiva, esto es, que no se pueda hablar de fracaso fracaso tras el encuentro. ERC necesita necesita incentivos para seguir sujetando al Gobierno y pertrecharse de argumentos argumentos en la guerra abierta que mantiene con Junts. Por su parte, en el Ejecutivo creen que el de hoy es un buen punto de partida para recabar el apoyo de los republicanos republicanos a los Presupuestos. Los del Estado Estado y los de la Generalitat. Ambos saben que los unos y los otros se necesitan. En Cataluña, porque sin Junts los Presupuestos naufragarían naufragarían sin el PSC. Y en Madrid, porque porque sin ERC, que tampoco se torna muy fiable, no hay garantías de superar superar el bloqueo de PP y Vox.
A la reunión, que se celebrará en Madrid, asistirán por parte del Ejecutivo Ejecutivo la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz; el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños; la ministra ministra portavoz, Isabel Rodríguez, y el ministro de Cultura y presidente presidente del PSC, Miquel Iceta. Por su parte, Pere Aragonés esperó hasta el último momento para dar a conocer conocer la delegación catalana. Tomó la decisión tras la reunión del Govern donde Junts se mantuvo mantuvo en sus trece y se negó a formar parte de la misma, lo que acentúa el cisma entre las dos formaciones del Govern.
De esta forma, estará formada por la consellera de Presidencia, Laura Vilagrà, que ha llevado en el máximo secreto la preparación de la reunión con Félix Bolaños; el conseller de Empresa, Roger Torrent, Torrent, y tras hablar con Aragonés se incorpora el conseller de Interior, Interior, Joan Ignasi Elena, considerado considerado un hombre de Oriol Junqueras y con una relación fluida con Aragonés. Aragonés. Además, Elena ex militante socialista mantiene buenas relaciones relaciones con Miquel Iceta, presidente presidente del PSC. Cierra la lista la consellera consellera de Cultura, Natalia Garriga, porque ERC espera que el Gobierno Gobierno haga algún movimiento en materia materia de blindaje del catalán, tras la polémica suscitada a raíz de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia que la Generalitat ha aceptado aceptado a regañadientes.
En Moncloa avanzan que habrá un documento muy concreto con los acuerdos, aunque está por ver en qué se traduce la llamada «desjudicialización» «desjudicialización» que se marcaron como objetivo Pedro Sánchez y Pere Aragonés en su reunión de hace doce días. El Gobierno habla de la «agenda de reencuentro» y los republicanos aprietan con la reforma del Código Penal para suavizar el delito de sedición. Esta adecuación a los criterios europeos europeos y del siglo XXI es una modificación modificación que el Ejecutivo central ha defendido en los últimos tiempos, tiempos, pero que quedó relegada a un cajón. Por ahora, no se prevé que salga del mismo, dado que fuentes gubernamentales se aferran a la necesidad de abordar la reforma «con una mayoría potente» en el Congreso. Esta mayoría llegaría al umbral de la absoluta únicamente únicamente con los socios de la investidura, entre ellos ERC, pero para «un delito delito de este calado», en Moncloa consideran que «lo ideal» es contar contar con el PP. Esto supone tanto como parapetarse en su negativa para evitar impulsarlo ahora.
ERC sí quiere concretar la carpeta. carpeta. Además, en los últimos días el Abogado General de la UE dio un varapalo a la defensa de Puigdemont Puigdemont y la líder de la izquierda independentista independentista y antisistema, Anna Gabriel, se puso a disposición del Supremo después de tres años huida. Gabriel declarará acusada de desobediencia, lo que no contempla contempla penas de cárcel. Y un último último coletazo a esta situación, que planeará en las reuniones, es el caso de Marta Rovira, secretaria general de ERC exiliada en Suiza.