Liz Truss afianza su condición de «favorita» para suceder a Johnson
► El discurso «thacherista» de la ministra de Exteriores seduce incluso a los jóvenes
Si una semana en política es todo un mundo, el mes que aún queda por delante en las primarias primarias del Partido Conservador supone una eternidad. Y, sin embargo, mucho tienen que cambiar las cosas para que Liz Truss, la candidata que pasó casi de puntillas en las primeras eliminatorias y se coló en el último último momento en la final gracias gracias al apoyo del núcleo duro, no acabe mudándose a Downing Downing Street en septiembre. Los debates televisados nunca han sido el punto fuerte para la ministra ministra de Exteriores. Y, sin embargo, embargo, los cara a cara que está protagonizando ahora junto a su rival, Rishi Sunak, han hecho afianzar su liderazgo entre las bases «tories», que son las que tienen ahora la última palabra. El organizado por «The Sun» terminó abruptamente tras desmayarse la presentadora.
Como la clara favorita, Truss tiene más que perder que ganar en este tipo de citas. Sobre todo teniendo en cuenta las dudas persistentes sobre su capacidad para actuar bajo presión. Con todo, se mostró tranquila y concentrada concentrada frente a una actuación más agresiva de Sunak, y logró evitar cualquiera de los errores de relaciones públicas por los que ha sido conocida durante su carrera ministerial.
Ambos candidatos abogan ahora por marcar distancias con China, recalcan que no es el momento de celebrar otro referéndum escocés y niegan que el Brexit sea el causante de todas las colas kilométricas que hay estos días en Dover. Pero con una inflación disparada es la economía la cuestión que más les diferencia.
Mientras que Sunak considera considera que bajar ahora los impuestos impuestos es «irresponsable», «inmoral» «inmoral» y un «cuento de hadas», la responsable de la diplomacia considera que mantenerlos como están o subirlos empujará empujará a Reino Unido a la recesión, por lo que quiere reducirlos de inmediato, incluida la reversión del aumento de la seguridad social que se implementó en abril, la suspensión de los gravámenes gravámenes verdes en las facturas de energía y la eliminación de un aumento propuesto en el impuesto de sociedades.
La City considera que estos planes –donde no explica de dónde va a sacar los 40.000 millones millones de libras que suponen los recortes– podrían conducir a un gran aumento en el endeudamiento endeudamiento y la devaluación de la moneda. Pero las bases parecen estar encantadas con la niña mimada de la derecha.
Mientras Sunak representa un conservadurismo en el que se intenta conciliar la ideología del Brexit con las exigencias de la realidad económica y diplomática, diplomática, Truss apela más a la estrategia de Johnson, que básicamente básicamente pasa por intentar resolver las tensiones negando su existencia. Parecía una fórmula fórmula desgastada, pero de nuevo nuevo funciona entre los votantes, donde la ministra cuenta con el apoyo incluso de los jóvenes.
Pese a que el ex titular del Tesoro Tesoro cuenta con mejor aprobación aprobación entre el electorado en general general y los votantes laboristas, los 160.000 afiliados del Partido Conservador prefieren el discurso discurso de la nueva thatcherista que apuesta por la intervención mínima del Estado y los bajos impuestos. Según el último sondeo sondeo de YouGov, las propias bases bases «tories» consideran que Sunak «parece más un primer ministro» (43% frente al 42%). Pero en el resto de apartados, es la responsable de Exteriores la que triunfa. En la crisis por el incremento del coste de la vida, Truss recibe un 55% del apoyo frente al 34 % de Sunak.
Sunak trata sin éxito de conciliar la ideología del Brexit con la realidad económica