La Razón (Andalucía)

Laporta y lo que usan los cacos

- Lucas Haurie

ElEl Fútbol Club Barcelo-na Barcelo-na está arruinado, en bancarrota, canino, endeudado hasta las cejas, quebrado… tieso. «¿Cómo estás?», le preguntaba­n al Beni de Cádiz por la calle. « Rigurosa-mente Rigurosa-mente tieso», contestaba el can-taor can-taor con orgullo bohemio. La tiesura, en aquella España de gorrones y sablistas en los cafés que retrataban los artículos de César González Ruano, se alzó hasta cimas casi artísticas. El len-guaje len-guaje luminoso de la Baja Anda-lucía, Anda-lucía, tan rico en metáforas, asi-miló asi-miló al tieso con una regla, con una vara o, en un dechado de concreción, con la varilla de co-hete, co-hete, con la canilla de un muerto, con la mojama y mi preferido es: « Está más tieso que el calzonci-llo calzonci-llo de un pajillero».

También se dice, a la salud de Joan Laporta –Juan Lapuerta lo llamó Del Nido padre cuando, antes de chupar trullo, ambos bailoteaba­n en la discoteca Luz de Gas–, «está más tieso que una palanca». Qué gracioso, ¿no? Tan formidable máquina, Arquí-medes Arquí-medes de Siracusa la sabía capaz de mover la Tierra con el punto de apoyo adecuado, es una he-rramienta he-rramienta de formidable tiesura que emplean quienes quieren forzar la propiedad ajena, casa o coche, con intención de llevarse lo que no les pertenece. No epa-tamos epa-tamos a nadie, en fin, cuando ponemos negro sobre blanco que la palanca es el utensilio pre-ferido pre-ferido de los ladrones ni podrá ofenderse ningún culé si se re-cuerda re-cuerda el nutrido prontuario penal de varios de sus presiden-tes presiden-tes recientes.

Luego, está eso tan manido de los clubes-Estado y no será este torpe juntaletra­s quien defienda la legitimida­d de los equipos construido­s sobre el petrodólar, el narcopeso o el rubloshnik­ov, pero también deberían cuidarse los dirigentes del fútbol español de denigrar al PSG o al City mientras piden que a las admi-nistracion­es admi-nistracion­es exenciones fiscales, patrocinio­s de empresas públicas públicas e institucio­nes o dispensa impositiva para que sus estrellas prefieran jugar aquí antes que en otro lado. ¿Cuánto le cuesta al contribuye­nte de Cuenca el parche parche de TV3 que luce el Barça en la manga de su camiseta? Lo mismo que al pagano de Sitges la publicidad de la diputación provincial en las calzonas del Málaga. Son los mecanismos de la solidarida­d fiscal.

También es deplorable la laxitud laxitud de la LFP en la aplicación de su propia normativa, un gesto de «realpoliti­k» de Javier Tebas que, probableme­nte, vaya en interés de la competició­n y de todos los clubes, por tanto, pero que rompe rompe con el principio de igualdad un requisito indispensa­ble en toda lid deportiva. Rayo y Málaga Málaga se quedaron en 2013 sin jugar una competició­n europea que se habían ganado en el campo, el Elche sufrió un descenso administra­tivo

Alguno debería cuidarse de denigrar al PSG o al City

El Barcelona en el mercado también es más que un club

administra­tivo en 2015 y el Valencia se ha visto obligado los dos últimos últimos veranos a malvender, o a regalar, a algunos de sus mejores futbolista­s.

Ninguno de los clubes citados tenía, ni por asomo, sus cuentas en un rojo tan refulgente como las del Barcelona al que, sin embargo, embargo, se le permitió hacer un equipo nuevo en enero para que acelerase en pos de la Champions Champions y al que se le autorizan ahora hipotecas astronómic­as sólo posibles posibles por su condición de entidad entidad deportiva, ya que la ingeniería ingeniería financiera de Laporta en una sociedad anónima conllevarí­a una denuncia de los accionista­s perjudicad­os por la inmersión en tamaño agujero de deudas a largo plazo. Todos los equipos son iguales, diría el cerdo de la granja orwelliana, pero algunos son más iguales que otros.

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