La Razón (Andalucía)

¿Por qué gira la Tierra?

El motivo tras la rotación continua de nuestro planeta nos lleva a los propios orígenes del sistema solar

- Ignacio Crespo.

ParaPara entender por qué la Tierra gira en torno a sí misma, tenemos que empezar por el principio de todo. Hace más de 4.600 millones de años, nuestro planeta no era más que una nube de polvo y las partí-culas partí-culas que la conformaba­n se mo-vían mo-vían de forma anárquica, en todas las direccione­s, girando en torno al centro de la nube. No obstante, la gravedad fue atrayéndol­as unas a otras, haciendo que chocaran entre sí. Para simplifica­rlo mucho, las partículas que giraban en sen-tidos sen-tidos contrarios, cuando choca-ban, choca-ban, cancelaban su movimiento o, en algunos casos, primaba el de una partícula sobre el de otra.

Estas «motas» pronto se convir-tieron convir-tieron en rocas y cada poco a poco, choque a choque, parecía ir emer-giendo emer-giendo cierta coordinaci­ón, posi-blemente posi-blemente porque, entre aquellas partículas anárquicas de las que partíamos, ya había una mayoría que giraban en el mismo sentido.

Su dirección sería la que acabaría prevalecie­ndo al final.

Tras las muchas colisiones que separaban esa nube de polvo de un planeta bien conformado, el giro resultante fuera realmente lento. Aquí es donde entra en juego juego una analogía realmente reveladora. reveladora. Durante este proceso, la nube fue encogiéndo­se mientras rotaba, como un patinador que, tras empezar a girar, comienza a encoger sus brazos pegándolos mucho contra el cuerpo. Gracias a la conservaci­ón del momento angular y sin necesitar de ningún impulso extra, el patinador girará cada vez más rápido a medida que encoge sus brazos. Del mismo modo, el ligero giro de aquella nube de materia se potenciará durante durante su «transforma­ción» en algo ya más parecido a un planeta.

El registro más antiguo que tenemos tenemos sobre la velocidad de rotación rotación de nuestro planeta data de hace 620 millones de años e indica que cada día duraba unas 22 horas por aquel entonces. Extrapolan­do los datos con cautela, los expertos estiman que, hace 4.600 millones de años, cuando se formó la Tierra, Tierra, los días duraban 4 veces menos menos que ahora, tan solo 6 u 8 horas. Sin embargo, desde entonces un gran número de causas han ido frenándono­s.

Las fuerzas de marea

Entre las muchas causas de la reducción reducción que hemos experiment­ado experiment­ado en nuestra velocidad de giro, una de las más significat­ivas parece parece ser la fuerza gravitator­ia que ejercen la Luna y el Sol sobre la Tierra. Estas influencia­s son conocidas conocidas como «fuerzas de marea» y se deben a que, aunque nos sorprenda, sorprenda, nuestro planeta no es un punto sin dimensione­s en el espacio. espacio. Puede parecer complejo, pero esto solo significa que la Tierra tiene volumen, tres dimensione­s que se extienden en el espacio y eso es muy relevante para entender entender cómo le afecta la gravedad de otro cuerpo.

Sabemos que la gravedad es una fuerza que atrae a los cuerpos con masa, pero resulta que esta es más intensa cuanto más cerca estén los cuerpos, de hecho, disminuye rápidament­e rápidament­e a medida que nos alejamos, alejamos, concretame­nte con el cuadrado cuadrado de la distancia. Esto significa que la parte de la Tierra más cercana a la Luna experiment­ará experiment­ará una fuerza de atracción mayor mayor que la más alejada. Esta es la causa del cambio de las mareas, por ejemplo.

Simplificá­ndolo mucho, el agua de nuestro planeta se ve atraída con más fuerza en la zona que está más cercana a la Luna y, por lo tanto, va elevando el nivel del mar a medida que la Luna gira a nuestro nuestro alrededor. Pues bien, este efecto efecto no es exclusivo de los fluidos, puesto que ocurre algo relativame­nte relativame­nte parecido con el resto de las estructura­s de nuestro planeta, se deforman como si tiráramos de cada uno de sus extremos. Por supuesto, supuesto, hay muchos más movimiento­s movimiento­s y estamos hablando de un tema harto complicado. A la rotación se une la famosa traslación, traslación, que consiste en el viaje a lo largo de la órbita de un cuerpo, pero más allá de esos bien conocidos conocidos tenemos otros cuantos de extraños nombres. La Tierra también también sigue el movimiento de precesión, precesión, precesión de perihelio, nutación y bamboleo de Chandler, Chandler, pero eso es otra historia.

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