La España vaciada... de agua
► Los vecinos del municipio onubense de Puerto Moral soportan nueve horas diarias de restricciones por el avance de la sequía
Los grifos de la localidad onubense onubense de Puerto Moral dejan de funcionar funcionar cada día durante nueve horas, algo obligado por la sequía que afecta a toda la sierra onubense, onubense, y que en este pueblo de 300 habitantes intentan llevar con resignación, resignación, con los bares cambiando cambiando su dinámica de vida y los vecinos vecinos haciendo acopio de botellas en su única tienda. Es uno de esos pueblos que pelea por mantener fija su población y no entrar en la lista de la España vaciada, donde sus 300 vecinos se conocen, y solo en estos días de verano hay algunas algunas caras nuevas, las de los que dejan la ciudad para ir a este rincón rincón del edén onubense a pasar unos días de descanso, menos paradisíaco paradisíaco este año al carecer de agua corriente de 16:00 a 18:00 horas y de 00:00 a 07:00.
Quizá los que peor lo llevan son los dos bares del pueblo, uno en la calle principal y otro junto a la Plaza Plaza de San Pedro, un local con una terraza con vistas a la sierra donde la madrugada invita a trasnochar, pero cuando el reloj indica que ha llegado la medianoche empieza el estrés para su responsable, Mari Carmen de la Osa.
Como explica a EFE, lo normal en una noche de verano cualquiera cualquiera es que los clientes estén en su terraza hasta bien entrada la madrugada, madrugada, ajenos a problemas de grandes ciudades y solo preocupados preocupados por escuchar el silencio de la sierra de Huelva a sus pies.
«Pero cuando nos cortan el agua empieza el problema de que no puedes fregar los vasos, así que en ese momento ya lo que queda es terminar con los que haya, y si hay gente todavía, coger vasos de plástico». plástico».
A mediodía el panorama es peor, porque la máquina de café no funciona durante dos horas, y se pierde otra vía importante de ingresos, de modo que los bares se tienen que ceñir a servir bebidas de sus neveras, con el problema añadido de que, al abrir sus puertas puertas a primera hora de la mañana comienza el maratón de limpieza de vasos, platos y cubiertos cuando cuando se tiene agua de nuevo tras el parón de la madrugada.
Los vecinos lo llevan con cierta resignación y tranquilidad, como explica Juan Fernández, que lleva adelante con su padre la única tienda del pueblo, donde han apreciado desde el inicio del verano verano un aumento de la demanda de botellas de agua potable, «que la gente quiere tener en casa por si le hace falta en algún momento», mientras recuerda que este problema problema genera que «en algunas casas, si hay mucha gente, no dé tiempo a ducharse todo el mundo a mediodía antes de que se corte el agua».
Ello añadido a quejas sobre la calidad del agua, ya que cuando se recupera el suministro, durante algunos minutos la calidad no es excesivamente buena, hasta que las tuberías se llenan de nuevo.
Y todo, como detalla el alcalde, Mario Guzmán, por la bajada en el caudal del pozo que suministra agua potable a Puerto Moral y tres pueblos más, lo que ha hecho que la empresa pública GIAHSA tome una decisión complicada, aunque se cuenta con la ayuda de los vecinos, vecinos, «que ven el pozo como suyo, saben que el de aquí suministra a varios pueblo, y hay que entender que el agua es de todos y hay que darla a los que no la tienen».