Málaga y Cádiz, a prueba ante un terremoto
► Simulacro en octubre para testar los servicios de emergencias
La Junta de Andalucía desarrollará el próximo mes de octubre en las provincias de Cádiz y Málaga la llamada Respuest A-23, la tercera edición del «gran simulacro» de emergencia regional que se realiza anualmente en la comunidad autónoma para evaluar la respuesta ante distintas catástrofes. Según avanzó ayer el consejero de Presidencia, Antonio Sanz, en Ayamonte (Huelva), donde mantuvo una reunión con los delegados territoriales de la Junta en las ocho provincias andaluzas, el ejercicio «busca poner a prueba los mecanismos de coordinación y respuesta en caso de una gran emergencia con riesgo para las personas y el medio ambiente».
En esta ocasión, explicó, se evaluará la actuación en caso de terremoto, accidentes en los que intervienen sustancias peligrosas tanto en siniestros en la industria como en el transporte por carretera, además de la actuación en caso de contaminación del litoral e incendios forestales, todo ello bajo el paraguas del Plan Territorial de Emergencias de Andalucía.
La provincia gaditana contará con tres escenarios de riesgo grave: un incendio de tanque de sustancias peligrosas, un incendio forestal y la contaminación del litoral en la Bahía de Algeciras.
Así, un supuesto incendio en un tanque de CEPSA obligará a la evacuación preventiva de la población de Carteya-Guadarranque, Carteya-Guadarranque, mientras que se simulará un incendio forestal en el enclave arqueológico de Carteia.
En Málaga, la operación se desarrollará ante un eventual vertido en el municipio de Estepona, a la vez que se trabajará en un terremoto con daños en Marbella, ya que «Andalucía es una de las comunidades autónomas con mayor riesgo de seísmo, aunque en escala global este riesgo es moderado». «Se trata de grandes emergencias que ojalá no sucedan nunca», señaló Sanz.