La Razón (Cataluña)

ANSIEDAD SOCIALISTA POR EL «DELCYGATE»

- ANTONIO ARTÍN BEAUMONT

ContraCont­ra viento y marea, Pedro Sánchez está decidido a sostener a José Luis Ábalos. «Tiene todo el apoyo del ‘‘boss’’», repiten en la calle Ferraz, donde hacen de la necesidad virtud. De todo, literalmen­te de todo, se viene escuchando sobre el encuentro oficioso del hombre fuerte de Sánchez con Delcy Rodríguez. Aunque el escándalo ha venido trastocand­o los planes al propio presidente –en el PSOE admiten sotto voce su preocupaci­ón ante las dificultad­es para lograr dar lustre a sus iniciativa­s–, el cierre de filas en torno a su secretario de Organizaci­ón está asegurado. No queda otra. «José Luis se comió un marrón. Si alguien cree que lo va a doblegar, se equivoca de medio a medio», sostienen en la bancada socialista. «Nadie a su alrededor maneja la hipótesis de que haya pensado ni por un momento en tirar la toalla». «Tiene ganas, ánimo y, sobre todo, responsabi­lidad». Tales afirmacion­es en ningún caso son incompatib­les con que el ministro de Transporte­s, según descripció­n de sus más cercanos, esté anímicamen­te «tocado». El propio Sánchez quiso concluir su informe de gestión ante el plenario del Comité Federal con un rechazo a la «crispación sobreactua­da y fuera de lugar» y se preguntó en voz alta: «¿En qué asuntos se ha centrado la acción de la oposición, José Luis?»

El PSOE da muestras de resistenci­a alrededor de Ábalos. Claro. Pero también dosis de ansiedad por dar carpetazo al «Delcygate». Sería estúpido lo contrario. Lo propio de la Oposición, en cambio, es airearlo, comentarlo, darle vueltas y poner en valor una situación inesperada pero de alta rentabilid­ad que permite desgastar a uno de los principale­s pilares del Gobierno. El PP sabe de

Hay materia suficiente para crear una comisión de investigac­ión parlamenta­ria para esclarecer lo ocurrido

una moción que conlleva otro debate en el hemiciclo, con una votación posterior donde cada cual se retratará. Génova 13 de cualquier forma es consciente de la limitación de sus fuerzas. Pero, a pesar de que el PSOE y sus socios han evitado una comisión de investigac­ión parlamenta­ria sobre los acontecimi­entos, hay materia suficiente para su creación. Así las cosas, van a tratar por otras vías de poner al ministro en un brete. Porque las andanzas

sobra que Ábalos, salvo inesperado giro de los acontecimi­entos, va a resistir. Como le gusta decir a algún dirigente popular, «ha tropezado contra un muro en su camino». Y el titular de Transporte­s, siempre chulapón, se resiste como gato panza arriba. Cada día parece más atrinchera­do en su cargo, a pesar de los intentos –haberlos, los ha habido– de sacar cabeza y recuperar su agenda habitual. No ha habido manera. Sigue operando bajo limitacion­es.

Una muestra: el grueso de los miembros de peso del Gobierno comparecen estos días en comisión en la Cámara Baja para detallar las líneas generales de sus departamen­tos. Él se ha reservado hueco para la tanda de la semana que viene. A la espera de que escampe. Desde luego, la oposición ha mordido presa. Y esta misma semana la interpelac­ión –el ácido cara a cara entre Cayetana Álvarez de Toledo y José Luis Ábalos– se convierte en nocturnas del hombre fuerte de Pedro Sánchez han impactado en la opinión pública. Mucho. Y abundan los interrogan­tes. Al final, la estrategia del PP está clara. Se trataría de copiar la línea de oposición aplicada por José María Aznar en los años 90 con Felipe González. Marcar a cada miembro del Gobierno para, golpe a golpe, ir mostrando su incapacida­d. «Fundir una a una las bombillas», subrayan populares, «hasta que Sánchez se quede a oscuras».

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain