«Pueblo en armas», la insólita fantasía de guerra de Maduro
El régimen chavista dice que desplegó a tres millones de milicianos
«Los ejercicios militares Escudo Bolivariano 2020 son una respuesta responsable para el país ante los ataques propiciados por el Gobierno de Donald Trump contra Venezuela», la frase, dicha este lunes por William Fariñas, integrante del Consejo Político del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), define la narrativa oficial de lo ocurrido el fin de semana en el país.
Según el relato gubernamental, unos tres millones de milicianos se desplegaron en las principales ciudades y fronteras del país el fin de semana a propósito de las «fuertes amenazas creíbles» que enfrenta Venezuela. Las activiades habrían sido coordinadas por los 800 militares del Ejército formal, encargados de supervisar a los civiles armados y uniformados.
En las imágenes difundidas por medios oficiales se ha insistido en el amplio arsenal de defensa antiaérea con el que cuenta el país que, según fuentes conocedoras de los cuarteles, es el único plenamente operativo en Venezuela. El resto está afectado por problemas de mantenimiento, limitaciones para comprar materiales en el exterior –tanto por capacidad financiera del Estado como por las sanciones–, así como por la desincorporación de sus filas, afectadas por la migración masiva incluso de oficiales que deciden aprovechar permisos para salir de los cuarteles y nunca volver.
La abogada Rocío San Miguel, directora del aONG Control Ciudadano, especialista en seguimiento militar, calificó los ejecicios como« un simulacro de guerra contra los civiles y la civilidad en Venezuela», siendo que el gobierno incluso instaló vehículos militares y lanzaderas de misiles en adyacencias de las universidades de Caracas y hasta se vieron a uniformados ondeando banderas del partido de gobierno.
Mientras Nicolás Maduro felicitaba a los oficiales, Juan Guaidó emitió un comunicado al sector militar. «Militares de Venezuela, la transición es inevitable. Contamos con el respaldo del mundo. La dictadura los ha engañado una vez más».