EL ACERTIJO AMERICANO

EnEn noviembre tendrán lugar las próximas elecciones presidenciales en EE UU. Estos comicios tienen siempre una trascendencia internacional puesto que marcan el devenir de muchos países y de las relaciones internacionales y no solo el futuro de los estadounidenses. Nada parece, sin embargo, que vaya a cambiar y todo apunta a que Donald Trump será, de nuevo, el vencedor y podrá gobernar otros cuatro años desde la Casa Blanca. Todo será así salvo que el Partido Demócrata tenga la capacidad de encontrar un contrincante que ilusione al electorado y que sea capaz de debatir con las posiciones bien asentadas de actual presidente norteamericano. La elección de un candidato demócrata es, por lo tanto, una de las cuestiones centrales que se debate en este momento para las elecciones en Estados Unidos. Bernie Sanders y Pete Buttigieg son los mejores situados, pero todavía falta tiempo y se debe esperar. El balance del primer mandato de Trump estará seguramente en la mente de la sociedad estadounidense a la hora de emitir su voto y, con seguridad, los temas internacionales no ocuparan un lugar privilegiado a la hora de decidir el voto. Siempre resulta curioso que la elección del presidente se haga con base en la situación puramente interna y que, sin embargo, esta elección tenga una trascendencia capital en la conformación del orden internacional. La decisión que tomen los electores condicionará, no obstante, el futuro más próximo en las relaciones internacionales y pondrá a prueba la capacidad de EE UU para superar las contradicciones en las que, en la actualidad, se encuentra la política norteamericana. Cualquiera que sea el candidato demócrata, en el caso de que triunfe, la política internacional tendrá componentes muy distintos a los actuales. Por la simple razón de que Trump ha imprimido un carácter bastante singular a las posiciones de este país. Falta poco para que la comunidad internacional resuelva el acertijo del camino que quiere tomar EE UU en la escena internacional.