Colau veta a Puigdemont en un acuerdo postelectoral con ERC
Catalunya en Comú excluye a JxCat del futuro gobierno catalán Pide «responsabilidad» a Esquerra y PSC para evitar una reedición del Govern entre republicanos y neoconvergentes
Las elecciones en Cataluña todavía están sin fecha, pero los acuerdos postelectorales ya se han convertido en uno de los principales ejes de la precampaña. La persistente sombra de un nuevo tripartito entre ERC, PSC y Catalunya en Comú ha obligado ya tanto a republicanos como a socialistas catalanes a salir al paso en reiteradas ocasiones para cerrar cualquier opción de pacto.
El partido de Ada Colau y Jéssica Albiach, Catalunya en Comú, sin embargo, no comparte esos vetos cruzados mientras rechaza a JxCat para un acuerdo postelectoral con ERC. «No participaremos en un gobierno con JxCat (...) El Govern de JxCat y ERC ha fracasado. ¿Para qué repetir errores una y otra vez?», aseguró ayer Albiach en una entrevista en «Ràdio 4», y, poco después, en el Parlament, la diputada Susanna Segovia, también afirmó que el futuro gobierno catalán debe excluir a JxCat.
Catalunya en Comú, que mejora ligeramente sus perspectivas electorales según todas las encuestas, aspira a sumar una mayoría parlamentaria con PSC y ERC. Ya hay sondeos –por ejemplo, el último del Centro de Estudios de la Generalitat (CIS catalán)– que dan una mayoría a los tres partidos. Sin embargo, deberá de presionar mucho para unir a socialistas y republicanos, teniendo teniendo en cuenta los recelos que rodean todavía a ambas formaciones y las promesas que están lanzando ya desde el primer momento: tanto Pere Aragonès –vicepresidente de la Generalitat y hombre fuerte de ERC– como Miquel Iceta –primer secretario del PSC– han rechazado con insistencia toda alianza –ya que, además, es una hipótesis que penaliza a ambos partidos–. De hecho, Esquerra, pese a la ruptura e inestable relación con JxCat, ahora apuesta de nuevo por la unidad del independentismo, mientras que Iceta ya ha dicho que no hará president a ningún candidato separatista. Si bien, los socialistas han dejado entrever en alguna ocasión que estarían abiertos a facilitar la gobernabilidad y, por tanto, a alejarse de la oposición frontal que han venido ejerciendo durante estos años de «procés».
Ante esas perspectivas, los «comunes» se están volcando en tratar de impedir que las divergencias entre socialistas y republicanos imposibiliten un tripartito. Por ello, Albiach reclamó «responsabilidad» tanto a PSC como a ERC para evitar que se reedite un Govern de coalición independentista. «ERC debe decidir si es suficientemente valiente para abandonar la formula fracasada con JxCat», añadió. Catalunya en Comú, que pese a haber mantenido una posición ambigua durante el «procés», se ha caracterizado durante estos años por sus esfuerzos por tratar de despejar el debate identitario de la política catalana y situar en el centro los aspectos sociales. En este sentido, con el acuerdo de presupuestos con el Govern, ha conseguido ganar protagonismo.
ERC apuesta por un acercamiento de todo el independentismo –incluyendo, por tanto, a JxCat y la CUP– y los «comunes» tras las elecciones, pero Catalunya en Comú rechaza una entente con los neoconvergentes. De hecho, ya tras las elecciones municipales, en Barcelona vetaron a JxCat en un acuerdo con ERC y apostaron por un pacto entre las fuerzas de izquierda. Los republicanos no cedieron a esa condición y al final se quedaron sin alcaldía pese a ganar.