Más testigos incriminan a Peral en el juicio del «crimen de la Urbana»
Una agente compañera de la acusada asegura que vio sangre en el domicilio de ella, por lo que se van acumulando las pruebas y testimonios contra ambos procesados
Nueva sesión del juicio del conocido como «crimen de la Guardia Urbana», la antepenúltima de testificales, antes de que empiecen las periciales, que pueden ser decisivas de cara a la decisión del jurado popular, conformado por nueve personas. Una vez más, ayer pasó un poco de todo, y con testigos importantes.
El juicio avanza y cada vez los dos acusados, Rosa Peral y Albert López, lo tienen más complicado, ya que la inmensa mayoría de testigos y pruebas les incriminan, y ayer no fue la excepción. De nuevo, a través de un intermicompañero nable cruce de declaraciones entre ambos acusados, aunque de momento a través de sus abogados.
No obstante, fue más relevante el testigo de una agente de la unidad de investigación de la Guardia Urbana, que aseguró que tras los hechos vio sangre en el piso de Peral, aunque en un primer momento lo atribuyó a la perra. Concretamente, dijo que vio tres gotas de sangre, el 6 de mayo de 2017, cuatro días después de los hechos.
Además, la testigo también vio manchas de sangre en algunas toallas que estaban sobre la cama de la acusada. Fue ella la que informó informó a los padres de Peral de que había aparecidó el cadáver calcinado de la víctima,Pedro Rodríguez.
Estas nuevas declaraciones se suman a las anteriores que se han escuchado en el juicio, entre las que destacan sobre todo, las que ratificaron el lunes los cargos de los Mossos, encargados de la investigación.
Corroboraron que el móvil de la víctima fue hallado en el armario del domicilio de la acusada, lo que puede ser determinante, pese a que en esa época eran pareja.
Otra declaración que puede ser muy importante es la de otro agente de la Guardia Urbana y ex de los acusados, que dijo que López le preguntó sobre la mejor manera de deshacerse de un cuerpo, y la respuesta coincidió casi exactamente con la manera en la que fue hallado el cuerpo de Rodríguez.
Por otra parte, una mujer que compartió cárcel con la acusada del crimen, relató que Peral le explicó que López la hizo acompañarle al pantano de Foix la noche del crimen para llevar el cadáver, y que ella accedió por miedo.
La mujer, que convivió con Peral cuando ambas cumplían prisión preventiva explicó que la acusada vio que, al bajar del coche, coche, López cargaba una garrafa con gasolina, aunque no le vio rociar el vehículo.
El testimonio se contrapone con el de otra mujer que compartió prisión con Peral y que declaró en el juicio hace dos semanas, cuando aseguró que la acusada le había confesado que drogó a la víctima y que le preguntó si conocía a un sicario porque «tenía ganas de matar» a su ex marido, Rubén C.
Además, siguiendo con los testigos, otro agente de la Urbana que ofreció apoyo a Peral tras la muerte de su pareja explicó que ella no le dijo que hubiera ido a buscar a Rodríguez la noche del crimen, lo que se contradice con lo que sostiene su defensa: que tuvieron una discusión de pareja y se marchó, y ella se preocupó por si había ido a enfrentarse a su ex marido. Si le explicó que, una vez Rodríguez se había marchado, llamó a López, pero no le dijo para qué y le pidió que, ya que había quedado en el aspecto de López.