1949
Fue uno de los grandes del socialismo español y su filosofía podía resumirse en estas palabras que pronunció cuando se debatía la Constitución de la Segunda República: «El Estado no puede solicitar del hombre ni emociones, ni sentimientos, ni creencias, y es, sin embargo, en el reino de la emoción, del sentimiento y de la creencia donde viven la fe y la confesión. Por eso, ante el dintel de la fe el Estado no es que no puede, es que debe mantenerse alejado y neutral, es decir, el Estado tiene que ser aconfesional». Murió en Nueva York tal día como hoy de 1949. Se llamaba Fernando de los Ríos. Fue ministro del Gobierno provisional que se adueñó del poder el 14 de abril de 1931. La Guerra Civil le cogió fuera de España y en 1939 era Embajador en Estados Unidos.