NACIONALES Y REPUBLICANOS, RECONCILIADOS
No compartían las mismas ideas, pero sí el mismo destino: un campo de trabajo en las tierras soviéticas. En los gulag se encontraron los nacionales que se enrolaron como voluntarios en la División Azul y los republicanos que lucharon contra ellos en la Guerra Civil española. Coincidieron en los mismos lugares. «La primera pregunta que nos hacemos es cómo sería la convivencia entre ellos. Tenían ideologías distintas y habían peleado en bandos opuestos. Sin embargo, en los gulag surgió una reconciliación entre ellos por las mismas circunstancias que rodeaban su cautiverio y por la situación trágica de sus vidas. Aumentó la solidaridad de los españoles más allá de las diferencias ideológicas. Algunos llevaban allí desde 1941 y no sabían ni siquiera que había estallado una guerra en Europa. Se enteraron al llegar los otros. Pero todo lo que les separaba se diluyó rápidamente, porque el principal objetivo de todos era sobrevivir. Sobre todas las demás cuestiones, por encima de las ideas que tenían, todos eran españoles. Muchas de esas amistades perdudaron después del cautiverio y llegaron a mantener correspondencia entre ellos. En el barco ‘‘Semíramis’’, que atracó en Barcelona y que los repatriaba, volvían unos y otros. Y en la cubierta se los puede ver a abrazándose».