ALBOROTO DINÁSTICO
El 11 de febrero de 1964, con 88 años, Alicia de Borbón realizó una explosiva declaración. Como última representante de la línea tradicionalista, la infanta se vio en la obligación moral de remover los cimientos dinásticos de los legitimistas franceses y de una parte de los carlistas españoles que no eran partidarios del regente Javier de Borbón Parma ni del hijo de éste, Carlos Hugo. «Fallecido mi tío el Rey Alfonso Carlos sin descendencia masculina –sentenció ella–, revierten los derechos de sucesión de la dinastía agnada en la rama del infante don Francisco de Paula, hermano menor del Rey don Carlos V, rama representada hoy, en razón de herencia, por S. A. R. el infante de España don Alfonso Jaime de Borbón y Dampierre [el duque de Cádiz], que en su día, por serlo hoy su padre, está llamado también a ostentar la jefatura de la Casa Real de Borbón».