Los empresarios murcianos auguran un fin de crisis en «L»
El freno de la actividad empresarial decretada por el Gobierno central como consecuencia de la crisis sanitaria provocada por el Covid-19 ha tenido un fuerte impacto en todas las variables analizadas por el Indicador de Confianza Empresarial (ICE) de la Cámara de Comercio de Murcia, y es previsible que siga teniéndolo en próximos meses. Así lo expuso ayer el presidente del organismo, Miguel López Abad, quien detalló que la confianza de los empresarios murcianos ha caído al -39,4 por ciento en el segundo semestre del año, un descenso que no se registraba desde la crisis económica de 2008, y apunta a una salida en «L» que será prolongada a no ser que se tomen medidas jurídicas y en el ámbito laboral.
«Estamos en un momento de inseguridad jurídica, en la que pesa mucho la incertidumbre sobre lo que pasará cuando concluyan los ERTE, así como la posibilidad de que se derogue una reforma laboral que fue, precisamente, la que provocó que el ICE empezara a subir en 2013».
Frente a esta situación, los empresarios murcianos reclaman medidas de apoyo «contundentes, claras y con cierta celeridad» para que la recuperación se produzca «de la forma más rápida posible con el fin de evitar el cierre de empresas y la destrucción de empleo».
Acciones «vitales»
Por ejemplo, consideran vital la efectividad real de las medidas de financiación que garanticen la liquidez de las empresas con mecanismos ágiles y de sencilla tramitación; así como la flexibilización en las condiciones de los ERTE según se produzca la vuelta a la actividad; también sopesar soluciones referentes a los impuestos, así como «suavizar» las exigencias para poder adaptarse a la situación.«La confianza ya estaba a la baja».
Asimismo, situó al sector turístico como el más expuesto a la incertidumbre y los riesgos.