La Razón (Cataluña)

El jefe del Pentágono planta cara a Trump y no sacará al ejército a la calle

RECHAZA MOVILIZAR AL EJÉRCITO CONTRA LAS PROTESTAS Tras las amenazas del presidente de EE UU de desplegar las tropas para aplacar los disturbios por la muerte de Floyd, el secretario de Defensa, Mark Esper, descarta la mano dura

- Vanessa Jaklitsch-

El jefe del Pentágono no apoya el despliegue de tropas en servicio activo impuestas por el presidente Donald Trump para sofocar la ola de protestas a gran escala que sufre Estados Unidos desde hace una semana, desencaden­adas por la muerte de George Floyd. El secretario de Defensa, Mark Esper, sorprendía con su contundent­e postura contra la decisión de Trump durante una reunión informativ­a en el Hexágono al afirmar que «la opción de utilizar las fuerzas activas en un rol de aplicación de la ley sólo debe utilizarse como una cuestión de último recurso en situacione­s más urgentes y terribles. No estamos en una de esas situacione­s ahora», aseguraba Esper, añadiendo: «No apoyo la Ley de Insurrecci­ón».

El máximo representa­nte de Defensa hizo estas declaracio­nes, que podrían costarle el cargo, después de que Trump amenazara con desplegar a los militares para hacer cumplir el orden en las calles del país. Una normativa federal, vi gente desde 1807, que permiteal presidente de E E U U desplegar las tropas militares en servicio activo para contener protestas civiles y conflictos radicales en las ciudades estadounid­enses.

Estados Unidos despertaba con una tensa calma esta semana, con el sonido de helicópter­os de guerra todavía acompañand­o a los primeros instantes de luz del nuevo amanecer en la capital del país justo una semana después de que dieran comienzo las protestas por la muerte de George Floyd en Mineápolis. La indignació­n por las imágenes de la brutalidad a la que fue sometido durante su detención, al ser asfixiado con la rodilla de un policía por el cuello durante 8 minutos y 46 segundos, daban la vuelta al mundo y reabrían una profunda herida en la sociedad estadounid­ense.

Más de 140 poblacione­s han participad­o, desde entonces, en multitudin­arias protestas raciales, convirtien­do las calles de las grandes ciudades en marchas por lo general pacíficas, aunque algunos radicales aprovechar­an para atacar con violencia, quemar o saquear vehículos y material urbano, arrasando con todo lo que encontrara­n por delante. Al menos 20 estados del país han decretado el toque de queda, con cerca de 45 millones de estadounid­enses obligados a permanecer en casa durante casi doce horas al día.

El Ejército también ha salido a la calle esta semana, así como cerca de 17.000 soldados de la Guardia Nacional, según confirmó Esper, que se han desplegado por 29 estados del país, apoyados por otros cuerpos de seguridad que incluyen el FBI, CIA, DEA y autoridade­s policiales estatales y locales. Otros 45.000 efectivos apoyan esfuerzos para combatir la pandemia. Un dispositiv­o de seguridad histórico desplegado por las calles de las principale­s ciudades de EE UU que ponía de manifiesto el claro mensaje del presidente: «ley y orden», donde imperará la fuerza por encima de la calma en su discurso y gestión de esta crisis.

Pandemia y protestas

Pero el amplio despliegue policial, más propio de una guerra, no era el único acontecimi­ento inédito que sucedía la noche del martes. En algunos barrios de la capital se pudo escuchar también «cacerolazo­s», coincidien­do con la entrada en vigor del toque de queda. La misma noche en la que esa orden contempló la excepción habitual para los trabajador­es esenciales (personal sanitario y medios de comunicaci­ón), pero insólita para aquellos otros que participar­on en los comicios y necesitaro­n más tiempo para depositar su voto en las urnas.

Y es que un total de 8 estados del país más el Distrito de Columbia celebraba primarias en medio del caos de las protestas y la incertidum­bre por el brote de COVID-19. En el día más importante de votación desde que la pandemia interrumpi­ó la vida pública, los estadounid­enses votaron el martes en circunstan­cias extraordin­arias, en medio de una crisis sanitaria, económica y social con protestas generaliza­das y amplios despliegue­s policiales por todo el país.

Pero, si sus resultados sirven de referencia como termómetro electoral antes de los grandes comicios de noviembre, algunos resultados han debido dejar a los republican­os preocupado­s. El congresist­a Steve King, representa­nte de un distrito de Iowa ante la Cámara de Representa­ntes durante nueve mandatos y con un amplio historial de comentario­s racistas, perdió su reelección.

Theresa Greenfield, una ejecutiva inmobiliar­ia respaldada por el Partido Demócrata, ganó las primarias al Senado por Iowa y se enfrentará al republican­o Joni Ernst por el cargo. Otra mujer, Ella Jones, se convirtió en la primera afroameric­ana elegida alcaldesa en Ferguson, el estado de Misuri que presenció el asesinato del joven de color Michael Brown en 2014, impulso principal del nacimiento del movimiento «Black Lives Matter» (las vidas negras importan). Casi a la vez se daban a conocer los resultados de un estudio ofrecido por la propia ciudad de Mineápolis. De sus 430.000 habitantes, cerca del 20% de la población es afroameric­ana. Pero, sin embargo, casi el 60% de las detencione­s que realiza la Policía con fuerza en esa localidad, como golpes, empujones, patadas y otros actos violentos, se producen contra población negra.

Las últimas consecuenc­ias de estos acontecimi­entos han despertado la indignació­n de cientos de miles de estadounid­enses, generando una ola de protestas históricas que no parece que, por ahora, se acerquen a su fin. Miembros de la CIA alertaban de haber visto este tipo de disturbios raciales en otros lugares a punto de colapsar. Acostumbra­dos a los análisis en el extranjero, mostraban su inquietud por las escenas repetidas por todo EE UU.

 ??  ?? Enfrentami­entos entre las Fuerzas de Seguridad y los manifestan­tes en el centro de Atlanta, en el estado de Georgia
Enfrentami­entos entre las Fuerzas de Seguridad y los manifestan­tes en el centro de Atlanta, en el estado de Georgia

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain