El baile de cifras retrata la ineficaz gestión de la crisis
No debería ofenderse el Gobierno si la opinión pública atribuye al desorden en las cifras de fallecidos por la epidemia del Covid-19 que facilita el Ministerio de Sanidad la intención de rebajar el índice de letalidad del virus para que España no figure entre los «farolillos rojos» de la pandemia. Nosotros, sinceramente, creemos que ese baile de números sólo revela una parte más de la incompetencia y confusión que ha caracterizado la gestión de la pandemia por parte del ministro Salvador Illa. En otros países, como en Reino Unido, también se actualizaron las cifras, al alza, pero se hizo sólo una vez y de acuerdo a unos criterios comunes. Aquí, es imposible desentrañar la información que facilita el Gobierno que, por cierto, no coincide ni con los datos que dan la comunidades autónomas ni con los de la OMS, que atribuyen a España 2.731 muertes más por la infección que las declaradas oficialmente. Y lo mismo reza para el número de contagios, Así, es imposible conocer con exactitud la extensión de la epidemia y prever su evolución en el corto y medio plazo. Casi todo se ha hecho mal desde el publicitado «mando único», menos trasladar la responsabilidad de los fallos a las comunidades autónomas.