¿DENUNCIO A MI AMIGO ACOSADOR?
UnaUna novela breve pero, sobre todo, una novela actual. Es decir: una ficción que, lejos de ser pretenciosamente realista o de resultar meramente descriptiva pone en el centro de la escena cuestiones que forman parte de la agenda de nuestro tiempo. Eso sí: no para saber cuál es la posición del autor al respecto, sino para ofrecer, gracias al poder de la ficción, una mirada distinta y, en lo posible, sagaz, sobre un tema en concreto. En este caso, el acoso sexual.
«Esto es placer», la nueva novela de la escritora estadounidense Mary Gaitskill es, ese sentido, una obra profundamente actual. Porque a través de las voces de Quinlan Maximilliam Saunders (Q) y Margot (M), que se alternan a lo largo de las más de cien páginas de la novela, la escritora despliega una trama cuyo telón de fondo es el movimiento #MeToo y el a veces delgado límite que separa la seducción del acoso sexual. Pero lo hace, en todo caso, indagando en la compleidad de las relaciones humanas y en las consecuencias, imprevisibles, que en ocasiones pueden tener muchos de nuestros actos. No señalando, en todo, con un dedo acusador, ni mucho menos enviando a la hoguera a sus personajes.
Más de veinte años
Editores de éxito, Q y M son amigos desde hace más de veinte años y, entre ellos, siempre hubo afecto, cariño, complicidad, humor. Nunca hubo nada extraño, sino una relación sincera que se mantuvo dentro de los límites del decoro y de la buena amistad. Hasta ahí todo era completamente normal. Especialmente porque Q, un hombre elegante y simpático, casado con una mujer rica y bella, no ha dejado de seducir a cuanta mujer se le han cruzado por el camino. La jactancia jactancia en su instinto para conocer las vulnerabilidades del otro sexo, dice, han jugado siempre a su favor. Pero con muchas de ellas, sin embargo, las relaciones no han sido del todo claras. Y ahora, ellas, lo acusan de haber sido acosadas por él.
Con un tono confesional abierto y sincero, lo que muestra el relato de Q, de todos modos, más que arrepentimiento es una sensación de sorpresa ante los tiempos que (Q parece no entenderlo) han cambiado. Algo que, por el contrario, sí parece comprender M, quien más allá de examinar su relación con él, se pregunta si, por más que Q sea con ella mucho mejor amigo que varias de sus amigas, debe perdonarlo o, por el contrario, acusarlo por su comportamiento ante las mujeres. No será fácil, en cualquier caso, hallar una respuesta convincente. Si para algo sirve la ficción en estas necesaria novelas actuales es para que el lector, al final, se encuentre, con el mismo interrogante.