«Os vamos a matar», nos dijo Juanito
Hace 40 años el Madrid y su filial jugaron la final de Copa Los veteranos se lo tomaron como un ajuste de cuentas a los jóvenes
FueFue la final más madridista en la historia de las finales. Hace 40 años el Real Madrid llegó al último partido de la Copa del Rey, algo más o menos habitual. Su rival, en cambio, no lo había hecho nunca, no lo haría después y ya no lo puede hacer, pues ahora los filiales no disputan la Copa.
Ese Castilla hizo historia, Unos chavales cuyo máximo sueño era subir al primer equipo fueron avanzando: Extremadura, Alcorcón, Racing, Hércules, Athletic, Real y Sporting. «Todos fueron complicados. Hércules, con extranjeros, de Primera División, perdimos 4-1 en la ida y ganamos 3-0 en la vuelta. Primero 10.000 personas en el campo y en la prórroga abrieron las puertas y había 70.000 personas», cuenta Agustín, portero de aquel equipo, «después, el Sporting con Ferrero, Quini, Castro, Cundi o Joaquín, jugadores de selección. Un equipo puntero; el Athletic, rey de Copas con Rojo, Alexanco, Dani, Zúñiga... tenían un equipo importante; la Real, con Arconada, Satrústegui, Ufarte, Zamora... llevaban dos años peleando con el Real Madrid y la temporada sin perder».
Por el otro lado iba el Real Madrid, el primer equipo, de Camacho, Juanito, Santillana, Del Bosque. Al principio, los miraban con gracia; después, el chiste sonaba repetido: «Nos veían, nos felicitaban y según iban pasando las eliminatorias iban diciendo... ‘‘a ver si os largan de una vez’’», continúa Agustín.
«Pocas veces jugábamos un partido contra ellos en entrenamientos. Con el Castilla a veces, pero había mucha prudencia. Siempre había choques y entradas. Benito y Camacho... a Benito le decía que estuviera tranquilo y que no me tocara. Iba con las dos piernas... era muy peligroso.
Pero era muy buena gente. Nos estaban esperando. Tenía mucha relación con ellos. Iba al pub Lancaster y comía con algunos. Con Del Bosque, con Camacho, con Juanito. Juan nos lo decía... “os vamos a matar”, en el buen sentido, claro», continúa Pineda, también en Efe. La fiesta se agrió: «Conforme nos fuimos acercando a ellos, nos seguían queriendo y respetando, pero se daban cuenta de que la gente estaba más con nosotros que con ellos», dice Cidón.
Y llegó la final. Los veteranos contra los jóvenes, los que quieren quitarles el puesto, los que los van a jubilar. Aquello no era una fiesta del madridismo para los futbolistas, aquello era supervivencia, orgullo y jerarquía: «Todos estaban motivados. Juanito, Santillana, Sabido... todos los que te puedan nombrar... Pirri, Benito... todos súper motivados», dice Cidón. Pero Juanito más: «Parecía que se había ‘‘pinchao’’, la madre que le parió –continúa Pineda–. Salió dando saltos, provocando. Camacho también. Son jugadores con sangre caliente. No hubo piedad. Desde un principio salieron a por nosotros. Así de claro. Y lo entiendo, yo cuando salía a un campo no conocía ni a mi padre ni a mi madre».
No hubo partido. 6-1 ganó el primer equipo. Hay quien dice que el Castilla se dejó: «Me fui directamente. Rompí la puerta del vestuario y me duché», recuerda Agustín, que ni se hizo la foto de familia al final: «Las loas a nosotros eran palos a ellos. Era imposible ganar, imposible. Era contra natura. Me jodió».
Fue una venganza, no un partido: «Me dolió más a los dos días. Subimos a entrenar con el primer equipo Pineda, Gallego y yo, nos recibieron aplaudiéndonos con el 6-1 en el marcador con Pirri el primero diciendo... ‘‘Tomad’’. Me dolió mucho. Por eso no me hice la foto».
Me jodió. No se podía ganar, era contra natura. Rompí la puerta del vestuario. Las loas a nosotros eran palos a ellos» Agustín Portero del Castilla
Conforme nos acercamos, los del primer equipo se dieron cuenta de que la gente estaba más con nosotros que con ellos» Cidón Delantero del Castilla
Juanito salió dando saltos, provocando. También Camacho. No hubo piedad. Desde el principio fueron a por nosotros» Pineda Delantero del Castilla