PP y Ciudadanos chocan por la movilidad entre provincias
La formación naranja apoya los viajes aunque se deje fuera a Granada y Málaga y los populares cuando pase toda la región
Los socios de gobierno en la Junta de Andalucía, PP y Ciudadanos, evidenciaron ayer sus diferencias por la movilidad entre provincias en el proceso de desescalada. Ambos partidos coinciden en la necesidad de solicitar al Ministerio de Sanidad que toda la comunidad autónoma pase a la fase 3 a partir del lunes. Sin embargo, si Málaga y Granada continuaran en la fase 2 –fueron las dos últimas en incorporarse–, el criterio sobre la posibilidad de pasar de pasar de una provincia a otra es diferente. De hecho, Ciudadanos apuesta por poder ejercer la movilidad aunque no pasen estas dos provincias y el PP quiere que la libertad de movimientos se dé cuando toda la región pase de fase unida.
«No pueden pagar justos por pecadores, aunque en este caso no haya pecadores», señaló el portavoz parlamentario de la formación naranja, Sergio Romero, además de subrayar que «el sentido común dicta que pasen las ocho provincias andaluzas a la fase 3» y que el Ejecutivo central «se deje de criterios partidistas». «Hay que pelear por que Málaga y Granada pasen a la fase 3 teniendo en cuenta que se está en temporada de verano. Le hacemos una faena al sector turístico», advirtió.
Sobre la posición de Ciudadanos, «no es una locura la movilidad entre provincias en la misma fase. En Andalucía somos los últimos en contagios por cada 100.000 habitantes», explicó Romero, destacando que la comunidad autónoma cuenta con mejores índices en comparación con otros territorios por «la anticipación y la gestión» por parte del Gobierno de PP y Cs.
Por su parte, la secretaria general del PP-A, Loles López, señaló que no van a permitir «una Andalucía de dos velocidades» sin que se pueda ir a Málaga y Granada, así que espera que el Gobierno «no vuelva a cometer el error» de no permitir su cambio de fase.
«Teníamos un único criterio y no lo hemos cambiado», afirmó López, quien explicó que permitir la movilidad entre provincias excluyendo a Málaga y Granada supondría «aislar» a Almería y hacer «un efecto llamada» para Cádiz y Huelva por sus playas. No obstante, dejó claro que al Ejecutivo andaluz «no se le pasa por la cabeza» que se vuelva a repetir el agravio con Málaga y Granada.