Los videosensores controlarán el acceso a las playas
El baño en las playas de Barcelona estará permitido a partir de este lunes si la ciudad entra en la fase 2 de la desescalada. Es decir, se podrá ir sin franjas horarias, pero el Ayuntamiento ha previsto controles de acceso y de afluencia para evitar posibles aglomeracioneseimágenesbochornosas. Hasta ahora, las playas estaban abiertas sólo para pasear, hacer deporte y para el baño deportivo, pero solo en determinadas horas del día. Los espigones, sin embargo, permanecerán cerrados.
Así las cosas, el Ayuntamiento de Barcelona controlará el aforo en la playas de la ciudad a través de videosensores y las cámaras situadas en la Torre Mapfre y actualizará esta información en tiempo real en una página web para que los usuarios puedan consultarlo. No obstante, según apuntaron, no se recurrirá a cuadricularlas para que las personas mantengan las distancias sanitarias por la Covid-19. En estas playas habrá 15 puntos de acceso y tanto la Guardia Urbana como un grupo de informadores velarán por su uso y las cerrarán si están llenas.
La capacidad de las playas será ahora de 38.000 personas, cifra que no se podrá superar. Según el consistorio, sólo a finales de julio se superaba esta cifra con unas 40.000 personas, un 20% de las cuales eran turistas que ahora no se sabe cuándo vendrán.
Para saber si las playas están llenas, se instalarán 18 videosensores por todo el litoral a partir de la próxima semana. Mientras no estén en funcionamiento, se controlará el aforo con las cámaras que hay en la Torre Mapfre.
El concejal de Emergencia Climática, Eloi Badia, pidió a los barceloneses «un cambio de hábito» y consultar la ocupación de las playas en la web antes de salir de casa. «Que la gente planifique la salida para ir a la playa más adecuada», dijo Badia. En la arena, Sanidad recomienda una distancia de cuatro metros entre grupos de personas para dejar pasillos anchos por donde dejar pasar a los usuarios que entren o abandonen la playa.
La capacidad de las playas será ahora de unas 38.000 personas, una cifra que no se podrá superar