La incógnita de Bale
Esta campaña, sin embargo, es distinta a las demás. Habrá que ver cuánto cuenta para Zidane y cómo está el mercado de fichajes este verano
DaDa la impresión de que el representante del galés Gareth Bale habla más que cualquier otro agente en los medios. O puede que sólo parezca eso porque los periodistas y los aficionados nos centramos en lo que dice él mucho más que en lo que dicen los otros agentes de jugadores. Porque es probable que su representado, Gareth Bale, esté mucho más en la diana que cualquier otro futbolista del conjunto blanco. O por lo menos ninguno ha vivido o va a vivir el final de las tres últimas temporadas con constantes rumores sobre su marcha.
Alentado, también es cierto, por el propio futbolista, su dedicación, su manera de ser y, claro, su representante. Sucedió tras ganar la Champions en Kiev, se repitió durante el final de la pasada campaña (incluso casi se dio por hecho que no iba a volver a pisar el Santiago Bernabéu) y la historia se repite también ahora, con todas las extrañas circunstancias con las que estamos viviendo estos días. La nueva normalidad de Bale es muy parecida, en cuanto a incógnitas, a la antigua. El mundo está experimentando unos sucesos extraordinarios, impensables, y lo de Bale sigue donde estaba hace años. «Como siempre he dicho, es feliz en Madrid», explicó Barnett en declaraciones a la cadena británica BBC. «Aquí tiene buena calidad de vida», ha sido de lo último que ha dicho, para intentar que estas jornadas que quedan las pase con la mayor calma posible.
Puede que jugar sin público no le venga bien a casi nadie, pero sí a Bale, al menos en los partidos como local. Él ya ha reconocido que cuando le pitan, y el Bernabéu empezaba a no tener compasión, su seguridad decrece. Eso no le va a suceder ahora al galés. Si la gente se enfada, lo hará desde su casa, sin que Bale pueda enterarse de nada. Así que desde esa perspectiva, las cosas van a estar más tranquilas.
Pero van a seguir igual sobre su rendimiento, sobre su futuro o sobre si habla bien español o no. «Esas personas nunca lo han conocido y nunca le han preguntado a nadie, no tengo ni idea de dónde sacan eso», aseguró ayer su agente. «Bale habla español, así que no quiero escuchar más a esos supuestos expertos que parecen idiotas cuando van a la televisión a decir basura», continuó Barnett, más harto que otras veces de las críticas a su futbolista. «También culpo a las televisiones por traer a esos llamados expertos. ¿Cómo pueden esos expertos en Gareth Bale hablar sobre Gareth Bale cuando no lo han conocido? ¡Es una broma!», continuó.
Su relación con la Prensa es nula, pero con los dirigentes del club no es mejor: «Yo siempre he mantenido una relación fantástica con el presidente, el director general y Zidane. Obviamente hemos tenido nuestros más y nuestros menos, todos discuten de vez en cuando, pero nunca ha sido personal y nunca ha sido malo», ha explicado Barnett.
Es con ellos con los que tiene que hablar para decidir el futuro del futbolista. En un mercado devaluado y donde se esperan muy pocos movimientos, en el Madrid son conservadores respecto a los fichajes. Con una plantilla profunda y una serie de cedidos que se pueden recuperar, no parece que vaya a haber grandes operaciones. A no ser que Bale impulse a todos con una salida. «Para alguien que ha ganado todo, volver y jugar en la Premier sería algo increíble, algo grande, pero no creo que quiera eso ahora mismo. Es muy feliz en el Madrid», dice Barnett, ya negociando su inmovilidad. El verano pasado había más dinero y a pesar de la voluntad de que se fuera y de los croquis que le hizo Zidane, no se movió.
«Tras el próximo acuerdo de televisión, con suerte los clubes estarán en una mejor posición, o cuando los aficionados comiencen a volver a los campos», continúa Barnett. Pero eso ya será en septiembre.