El Banco de España eleva la caída de la economía a un 15% del PIB
La incertidumbre reina sobre España, que sufre el mayor batacazo de su historia moderna. El PIB se desploma y el paro puede llegar al 23,6%, mientras el déficit y la deuda se desbocan
Lo peor ha pasado o está a punto de terminar, pero ha sido muy duro y no existen precedentes próximos al desplome actual de la economía española, según los datos presentados ayer por Óscar Arce, director general de Economía y Estadística del Banco de España, que ha revisado sus proyecciones macroeconómicas para el periodo 2020-2022. El segundo trimestre de 2020 será recordado, en términos económicos, como el peor de la historia desde que existen registros detallados y series estadísticas comparables.
Entre abril y junio, la economía española habrá perdido un 16% en el escenario más optimista y un 21,8% en uno intermedio, definido como de recuperación gradual. Estas cifras llegan tras la constatación de que entre enero y marzo, con apenas 15 días de vigencia de las medidas anti Covid-19, el PIB descendió un 5,2% en términos intertrimestrales, una caída muy superior al mayor descenso observado durante la Gran Recesión, cuando llegó a bajar un 2,6% en el primer trimestre de 2009. No obstante, el Banco de España advierte de que todo está pendiente de un gran número de incertidumbres sobre lo que ha ocurrido en las últimas semanas y lo que pueda pasar en el futuro.
Las previsiones del Banco de España para todo 2020 tampoco son halagüeñas, aunque vienen acompañadas de un sentimiento optimista de que a partir de 2021 la recuperación de la economía española sería más vigorosa que la de los países centrales de la Unión Europea, aunque no queda claro cuando se volvería a reducir el porcentaje de riqueza perdido con respecto a esos países. Los expertos de Banco de España estiman que en todo el ejercicio de 2020 la economía podría caer entre un 9% y un 15,1%, con el porcentaje del 11,6% como previsión central.
Todo dependerá de si existe lo que llaman «recuperación temprana», «recuperación gradual» o «escenario de riesgo». En el primer caso se contempla un escenario en el que es posible evitar rebrotes significativos de la enfermedad, que las medidas económicas logren evitar la destrucción de empresas y que el aumento aumento del paro sea también temporal y no genere desempleo de larga duración. La «recuperación gradual» no descarta nuevos brotes epidémicos, aunque mucho menos virulentos, lo que provocaría daños persistentes en el tejido productivo, sobre todo en los sectores más expuestos a la interacción social, como el turismo, la hostelería y la restauración. Por último, el «escenario de riesgo» contempla rebrotes epidemiológicos importantes, «con confinamientos estrictos adicionales y un coste económico elevado, así como tensiones de liquidez que derivarían en problemas de solvencia, que se traducirían en destrucción de empresas, paro de larga duración y mayor coste de financiación».
Los expertos del Banco de España prevén que la tasa de desempleo al final de 2020 oscile entre el 18,1% y el 23,6%, frente al 14,1% del cierre de 2019. Eluden una cuantificación, pero advierten que en esos porcentajes no estarían incluidos los trabajadores afectados por ERTE, con independencia de cuál sea su situación al cierre del año. Las altas tasas de desempleo se mantendrían en los ejercicios posteriores, con un umbral bajo del 18,4% y 17,1% para 2021 y 2022, mientras que en el peor escenario –y menos probable– las cifras se irían hasta el 24,7% y 22,4%.
Mucho más optimistas son las previsiones de crecimiento de la economía, que se recuperaría entre un 6,9% y un 9,1% en 2021, para entrar en lo que podría ser una senda de normalidad en 2022, con crecimientos de un 2,4% o 2,1%, lo que permitiría volver e incluso superar los registros de PIB anteriores anteriores a la pandemia, si se cumplen las mejores previsiones. Quedaría, eso sí, la incógnita de cuánto tardaría la economía española en restablecer la distancia perdida con respecto a otros países de la UE, cuyas economías han sufrido menos durante los momentos álgidos de la pandemia.
El informe presentado por el Banco de España también advierte de que la «enorme incertidumbre actual no permite descartar escenarios de riesgo más desfavorables». Los dos grandes agujeros negros de la economía española, además del paro, serían, también en la «nueva normalidad», el déficit y la deuda pública. El déficit, que en 2019 fue del 2,8% del PIB, oscilaría en 2020 entre el 9,5% en la mejor hipótesis y el 14% en la peor, con un 11,2% como opción intermedia. En términos absolu
5% cayó el PIB con apenas 15 días de medidas
16% se desplomará la economía española en el mejor de los escenarios entre abril y junio
3 puntos más de paro en 2022 sobre 2019
150.000 millones de euros podría alcanzar el déficit en 2020
tos, aunque el Banco de España no lo detalle, podría significar entre 110.000 y más de 150.000 millones de euros.
El gran problema es que se mantendría muy elevado en los años siguientes, hasta el punto de que en 2022 todavía estaría entre el 4,8% y el 8,7%, es decir, porcentajes muy alejados del máximo del 3% –en casos especiales– que siempre fijaron como referencia las autoridades de Bruselas. Algo similar ocurriría con la deuda pública, que este año bascularía entre el 114,5% y el 126,7%. Podría bajar hasta una horquilla del 112,5% o 118,7% en 2020, pero también alcanzaría el 131,8% en el peor escenario. En cualquier caso, en términos absolutos –el Banco de España tampoco ofrece esta cifra–, la deuda alcanzaría la cifra de 1,4 billones de euros.