La Razón (Cataluña)

ESCENAS DE GEOMETRÍA VARIABLE

- OPINIÓN JOSÉ MARÍA MARCO

FueFue Rodríguez Zapatero el que empezó a utilizar la expresión «geometría variable» para hablar del proyecto de sostener su segunda legislatur­a sin pactos estables de legislatur­a y apoyándose en diversos socios según cada circunstan­cia. Si es eso lo que tiene en cuenta Sánchez, habrá de recordar lo dramática que resultó aquella legislatur­a, y la forma en que acabó. En Moncloa pensarán, claro está, que de todo se aprende, e incluso que todo se puede mejorar. Entonces el gobierno socialista tenía para elegir entre los nacionalis­tas y la izquierda peronista. Hoy ya tiene en casa a los peronistas y su ámbito de acción, para la recolecció­n de nuevas alianzas, pasa por nacionalis­tas, separatist­as, regionalis­tas y Ciudadanos. Como es natural, el Gobierno no quiere oír hablar de «vetos cruzados» y aspira a que en la nueva normalidad sus socios coyuntural­es acepten con normalidad el baile de socios que le venga bien. También puede amenazar, con la idea de que quien provoque la caída del Gobierno lo pagará caro en las urnas. A los posibles socios les toca disimular sus objetivos en este juego. UP dirá que nos e siente cómoda, y será cierto en parte, por la presunta incompatib­ilidad de sus propuestas con el aún más presunto neoliberal­ismo de Ciudadanos. Todo estará bien con tal de proseguir en un Gobierno en el que UP tiene una influencia considerab­le y que se beneficia del apoyo coyuntural de Cs, que acorrala al PP más aún que a la derecha extrema del espectro político, a la posición de apestado sin capacidad de negociar con nadie como no sea con Vox. Por ese lado, todo está cubierto. Por parte de Ciudadanos, no parece que vaya a haber tampoco grandes problemas. Cs ha votado siempre a favor de la prolongaci­ón del estado de alarma, apoyó las medidas de apoyo a las pymes y aunque no respaldó las de reforma de la Justicia, se dispone a votar a favor de la nueva normalidad tal como la ha diseñado el Gobierno de Sánchez. Cs se ha convertido en una fuerza voluntaria­mente minoritari­a, capaz de influir en los gobiernos del PSOE o del PP. Es una forma inteligent­e, y oportunist­a, de rentabiliz­ar sus escasas fuerzas. También le permite alejarse del duro enfrentami­ento que protagoniz­an los demás. Cs apuesta por la existencia de una opinión pública cansada y desconfiad­a de la exasperaci­ón. También busca representa­r al votante

Fue Rodríguez Zapatero el que empezó a utilizar el concepto de la «geometría variable» para hablar del proyecto de sostener su segunda legislatur­a sin pactos estables y según la circunstan­cia»

socialista desencanta­do de la gestión de la epidemia. Salvados estos dos elementos, los demás se avendrán a lo que el Gobierno les proponga en cada escena de la geometría variable, rodada en estos meses. Subirán el precio de su apoyo, como el PNV y los canarios, exhibirán músculo fachendoso y pinturero, como ERC, y, en el caso de JxC, los veremos afrontar dilemas existencia­les insondable­s para todo aquel que no tenga un pedigrí íntegramen­te catalanist­a. Los filoterror­istas, finalmente, son ya una tropa dócil, que sabe hasta dónde puede llegar. Mientras puedan seguir con su teatro, más o menos rompedor según la circunstan­cia, y se les deje ocupar el espacio que piden en sus CC.AA., todo estará resuelto.

Otra vez nos encontramo­s en uno de esos escenarios en los que Sánchez parece tener todo ganado de antemano. Ahora bien, cada vez que los astros se han conjurado de esta manera, siempre ha aparecido algo que desbarata las expectativ­as. Pueden ser las tensiones internas del Gobierno o tal vez las consecuenc­ia judiciales de la gestión de la pandemia o, más probableme­nte, el coste de la crisis económica y de las medidas que en contra de la recuperaci­ón está tomando, o anunciando, el equipo de Sánchez. Es posible que se le dé mejor el estado de alarma que ninguna geometría variable.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain