Horizonte ruinoso para un Ejecutivo sin norte
Negar la crisis es un error capital. Relativizarla, también. Los socialistas debieran saberlo mejor que nadie. En 2008 fueron expertos en esa política de esquiva para contener daños políticos hasta que la recesión los atropelló y, lo que es infinitamente peor, a los españoles con ellos. Todas las previsiones conocidas hasta la fecha describen como depresión lo que se atisba en el horizonte. Ayer, las nuevas la OC DE incidieron en un cuadro negrísimo para el país, el más perjudicado por el colapso del coronavirus. El PIB se ha hundido ya un 23,3%, el peor comportamiento mundial. El pronóstico describe el más severo desplome del planeta en caso de rebrote de la pandemia con un hundimiento de hasta el 14,4% de la riqueza; el paro, en el 20,1%; el déficit, en el 12,5% del PIB y la deuda, en el 129,5%. El Gobierno ha fracasado en la la crisis sanitaria amparado en la propaganda y la mentira y su discurso económico nada bueno augura. Espera el maná europeo «gratis total», mientras maneja como bazas un crecimiento espectral y una reforma fiscal confisca to ria. Sánchez eludió ayer confirmar que no habrá recortes. Puede que el mutis parlamentario haya sido una de sus pocas verdades en dos años en el poder. Que se alardee de un país subsidiado cimentado en la ruina es descorazonador.