Interior acerca al etarra que ordenó secuestrar a Ortega Lara
También «premia» a otro condenado por querer matar a dos ministros Otros dos miembros de la banda terrorista cumplirán condena más cerca del País Vasco
El Gobierno continúa con su «goteo» constante de trasladar a presos de la banda terrorista ETA a prisiones más cercanas al País Vasco y a sus domicilios. El pasado día 18 de mayo la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, acordó un nuevo acercamiento de tres presos vinculados con la banda terrorista ETA, uno de los cuales era Francisco José Ramada Estévez, que cumple 26 años y 3 meses de condena por atentados, los secuestros del abogado Cosme Delclaux y del empresario José María Aldaia. Ayer, tomó una decisión similar respecto a otros cuatro internos de la banda terrorista.
Entre los etarras «beneficiados» por esta medida se encuentran Balbino Sáez Olarra, condenado a 108 años de prisión por el intento de asesinato, junto con otros miembros del entonces «comando Madrid», de los ex ministros socialistas José Barrionuevo y Matilde Fernández, y el atentado fallido contra dos furgones policiales,; al igual que Julián Achurra «Pototo», quien fue condenado condenado a 32 años de prisión por, entre otros delitos, ordenar y proporcionar el dinero y el material necesario para el secuestro del funcionarios de prisiones José Antonio Ortega Lara.
Los otros dos reclusos de la banda que cambiarán de prisión son Asier Mardones, condenado a 74 años de prisión como autor del atentado que se produjo el 14 de septiembre de 2003 en el Alto de Herrera (Álava), en el que murió el también terrorista Arkaitz Otazua y resultaron heridos dos miembros de la Ertzaintza, y Asier Rodríguez López, quien fue condenado a 22 años y seis meses de prisión a por intentar asesinar a dos miembros de la Ertzaintza mediante el lanzamiento de cócteles molotov dentro del vehículo que conducían.
La Asociación de Víctimas del Terrorismo ha vuelto a criticar estas decisiones, que, en su opinión, entran dentro de la «hoja de ruta de acercar presos de la banda terrorista ETA con delitos se sangre» que ha emprendido el Gobierno de Pedro Sánchez. Pero, en esta ocasión, además, con el «agravante» de que no consta que ninguno de ellos haya colaborado con la Justicia, ni que se hayan desvinculado de la organización terrorista ETA, ni hayan deslegitimado su actividad criminal, «ni que hayan condenado el uso de la violencia, y ni que hayan aceptado la legalidad penitenciaria». Además, «los cuatro presos tienen pendiente por cumplir aproximadamente más de la mitad de la condena a la que fueron sentenciados”, según sostiene esta asociación de víctimas.
El etarra Balbino Sáez Olarra, que será traslado de Valencia a la prisión de Valladolid, ingresó en prisión el 22 de junio de 2010 y cumplirá las tres cuartas parte de la condena en octubre de 2024. La Junta de Tratamiento de la cárcel de Picassent propuso que se le aplicase el artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario y su traslado a la citada prisión de Castilla y León.
Por su parte, Asier Mardones Lleva 16 años en prisión y le quedaría casi la mitad de pena por cumplir, según la AVT. Ingresó en prisión en julio de 2004 y cumplirá las tres cuartas partes de la condena, cuando podrá acceder a la libertad condicional de 2023.
Asier Rodríguez López será trasladado desde la prisión de Granada a al de Soria. Cumplirá las tres cuartas partes de la condena en octubre de 2025. La Junta de Tratamiento propuso la clasificación del 100.2 a su clasificación de primer grado penitenciario.
Julián Achurra ‘Pototo’, además de su condena por ordenar el secuestro de Ortega Lara, también condenado a otros 46 años
de prisión por dos atentados frustrados contra una casa cuartel de la Guardia Civil y un agente de la Guardia Civil, en julio y agosto de 1986, respectivamente. Lleva en prisión desde el 28 de noviembre de 2013 y le queda más de la mitad de pena por cumplir. Será trasladado de la prisión de Cádiz a la de Aranjuez.
La AVT ha expresado su «total rechazo por esta hoja de ruta de acercamientos de presos etarras con delitos de sangre» a los que no se les exige la colaboración con la Justicia «ni ningún tipo requisito».
El pasado 13 de mayo, además del etarra Ramada Estévez, Interior adoptó esa misma decisión para Íñigo Gutiérrez Carillo, condenado a 14 años de prisión por colaboración con banda armada, y María Lizárraga Merino, quien suma penas de 20 años y tres meses por los delitos de asociación ilícita, falsificación de documentos, tenencia de explosivos y tenencia ilícita de armas.
Pero días antes la Dirección General de Instituciones Penitenciarias decidió también el acercamiento a cárceles próximas al País Vasco de otros dos presos de la banda terrorista ETA, y, a la vez, concedió el tercer grado a un tercero. En concreto, a José Ramón Foruria Zubialdea, condenado a 30 años de cárcel por un delito de atentado pero que cumple su condena segundo grado, con control telemático, fuera del centro penitenciario por una grave enfermedad, quien ahora pasa a estar clasificado en tercer grado, por lo que puede salir de su domilicilio.
Los presos respecto a los cuales se acordó también en mayo el acercamiento a prisiones más cercanas al País Vasco Josune Oña Ispizúa y Álvaro Juan Arri Pascual, quien fue condenado por el atentado que costó la vida al general Veguillas..