UNA INVESTIGACIÓN POLICIAL ERRÁTICA Y POCO PROFESIONAL
Se han hecho enormes esfuerzos para localizar al asesino de Olof Palme en las últimas tres décadas que han costado 600 millones de coronas (unos 60 millones de euros) al erario sueco. El Parlamento incluso aprobó una ley en 2010 para impedir que el asesinato se archivara a los 25 años y así pudiera proseguir una investigación policial no exenta de polémica ni de errores de principiante. La Policía fue criticada por sus acciones en las primeras etapas de la investigación del asesinato, incluida la falta de acordonamiento de la escena del crimen con prontitud, lo que podría haber significado la destrucción de pruebas forenses potenciales. Los conmocionados ciudadanos llegaron a dejar flores en el lugar antes de que se instalara un cordón policial. Las balas fueron encontradas por un miembro del público, y el arma utilizada en el magnicidio sigue sin aparecer.