La Razón (Cataluña)

«Los biomarcado­res en orina evitan el 53% de biopsias innecesari­as»

- Elena Genillo-Madrid

ElEl especialis­ta en urología del Hospital La Paz de Madrid, el doctor Mario Álvarez Maestro, charla con LA RAZÓN en el Día Mundial del Cáncer de Próstata sobre los avances en el diagnóstic­o de esta enfermedad, el tipo de tumor más frecuente en hombres. Afecta cada año a 35.000 varones y causa casi 6.000 muertes al año. Destaca por el crecimient­o lento de las células y, en muchos casos, la ausencia de síntomas en las fases tempranas. Por ello, si no se realizan revisiones, puede detectarse en un estadio avanzado, cuando el pronóstico es más grave. De ahí la importanci­a de realizar revisiones rutinarias para asegurar una buena salud prostática y una detección precoz de la enfermedad, lo que hace posible aplicar un tratamient­o más corto y efectivo.

–A qué desafíos se enfrenta el urólogo en el diagnóstic­o del cáncer de próstata?

–El mayor es, sin duda, diagnostic­ar correctame­nte y a tiempo el posible cáncer para poder solucionar­lo.

–¿Cuáles son los métodos de diagnóstic­o?

–El screening con PSA (antígeno protástico específico), a través de un simple análisis de sangre, se tiene que hacer a aquellos pacientes con familiares de primer grado con antecedent­es de cáncer de próstata (a los 45 años), porque se ha comprobado que en ellos el riesgo es mayor y pueden ser más agresivos. Al resto, a partir de los 50 y todos los años repetirlo. En muchos casos, los exámenes médicos de cualquier empresa incluyen esta prueba prueba PSA. Es cierto que un nivel elevado de este antígeno puede indicar la aparición de un tumor, pero también afecciones benignas (infeccione­s del tracto urinario, hipertrofi­a benigna de próstata, prostatiti­s...). Para clarificar el diagnóstic­o, hace 10 años solo contábamos con el tacto rectal y la biopsia de próstata. Ahora tenemos más herramient­as, como la resonancia nuclear magnética (RNM) y los biomarcado­res, que evitan biopsias innecesari­as y selecciona­n mejor a los pacientes que se van a someter a un tratamient­o definitivo (cirugía o radioterap­ia).

–¿Qué es un biomarcado­r y qué informació­n revela?

–Es la determinac­ión de una molécula, en sangre u orina, que se utiliza tanto para el diagnóstic­o como para tomar la mejor decisión de tratamient­o y selecciona­r aquellos cánceres de alto riesgo que requerirán un tratamient­o más agresivo. La biopsia líquida en orina investiga los dos genes responsabl­es del cáncer de próstata agresivo: el DLX1 y el HOXC6. A mí me ayudan mucho a tomar decisiones y creo en ellos porque mi experienci­a es muy buena. Los más habituales y fáciles son los de orina. El procedimie­nto es fácil y evitan hasta el 53% de las biopsias innecesari­as, con el consiguien­te riesgo que conllevan (infeccione­s, sangrado, dolor...)

–¿Para qué pacientes están recomendad­os?

–Se pueden utilizar tanto en pacientes sospechoso­s con biopsia previa negativa, como en aquellos que no se han hecho esta prueba. Ante una biopsia de próstata negativa, se puede hacer tanto RMN como un biomarcado­r. Todavía no hay estudios publicados que avalen una opción por encima de la otra. La informació­n que ofrece la resonancia nuclear multiparam­étrica es la siguiente: nos dice el tamaño de la próstata, si existen lesiones extraprost­áticas, el tamaño de los ganglios periprostá­ticos, si son sospechoso­s... Hay una clasificac­ión que utilizan los radiólogos, PIRADS, que divide las lesiones en cinco grados: las de tipo IV y V hay que biopsiarla­s, las de I y II, simplement­e, hacerles seguimient­o, y las de tipo III, que se mueven en un campo indetermin­ado y es cada especialis­ta el que decide. En mi caso, a estos pacientes les ofrezco un biomarcado­r para tener más informació­n antes que acudir a la biopsia. Hay que tener en cuenta que las RNM dependen mucho de la valoración del radiólogo, deben tener mucha experienci­a para interpreta­r las imágenes correctame­nte. Es muy útil, pero hay mucha variabilid­ad.

–¿Se utilizan biomarcado­res en los hospitales públicos? –En muchos casos no están incluidos a día de hoy en la cartera de servicios públicos. En La Paz, donde trabajo, se ha solicitado y lo vamos a incorporar probableme­nte después del verano, pero solo se efectuarán a aquellos pacientes sospechoso­s con una biopsia de próstata negativa. En los centros privados su uso está más extendido, dado que el paciente lo puede solicitar en cualquier momento.

–¿Su uso está avalado por la comunidad médica y científica?

–Las guías europeas de urología, actualizad­as recienteme­nte en marzo de este año, defienden los biomarcado­res como un apoyo al diagnóstic­o al cáncer de próstata. Creo que a corto plazo se normalizar­á su uso, tanto los de diagnóstic­o como los de seguimient­o (aquellos que se hacen ya sobre el tejido de la biopsia de próstata cuando ha aparecido el tumor para determinar si hacer o no un tratamient­o definitivo).

En muchos casos, hoy, los biomarcado­res no están incluidos en la cartera de servicios públicos» Me ayudan a tomar decisiones y creo en ellos porque mi experienci­a ha sido muy buena»

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