Toledo celebra un Corpus sin procesión
Toledo celebró ayer el Corpus Christi con una breve procesión claustral en el interior de su catedral y no en la calle, con un aforo limitado para 500 fieles, debido a la pandemia del coronavirus, que obligó a mantener unas exigentes normas de conducta. Fue una liturgia diferente con la misa en rito hispano-mozárabe y presidida por el arzobispo Francisco Cerro. Por razones de seguridad y para que se pudieran respetar las distancias entre todos los asistentes, la eucaristía se desarrolló en el altar instalado en un estrado situado delante de la Puerta de los Leones, bajo el órgano del Emperador. La carroza con la custodia de Arfe ocupó el lugar habitual el día de su festividad. El arzobispo de Toledo tuvo un especial recuerdo para los todos los que sufren en estos tiempos tan duros durante en la homilía.