«Las redes han impedido que la pandemia paralice la vida»
Telefónica refuerza su apuesta por Europa y Brasil y prevé una mejora de la acción sin ventas
La junta general de accionistas de Telefónica supuso ayer una inyección de optimismo para los inversores en medio de tiempos convulsos. El presidente de la firma de telecomunicaciones española, José María Álvarez-Pallete, resaltó las claves que regirán el futuro de la compañía, que se centrará en España, Alemania, Reino Unido y Brasil. El directivo sacó además pecho del papel de las redes en la crisis del coronavirus. «Hemos comprobado que disponer de la red de fibra más potente de Europa no es una anécdota», dijo.
Subidón de optimismo en tiempos turbulentos. El presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, replicó ayer en la junta general de accionistas su fórmula para la Nueva Telefónica, centrada no tanto en ganar tamaño sino en sacar el máximo beneficio al inmenso potencial del que dispone en sus principales mercados. Una empresa más fibrosa y menos obsesionada con el músculo. Para ello, ÁlvarezPallete estableció un claro objetivo financiero para este año: optimizar la generación de caja.
Telefónica afronta este ejercicio «con un balance sólido y una fuerte posición de liquidez para afrontar los vaivenes de esta crisis», recordó, lo que permite a la compañía partir de una posición más ventajosa que la competencia. «Telefónica ha invertido 8.800 millones de euros para seguir contando con las mejores plataformas», señaló. «Mientras otros operadores tienen por delante inversiones enormes para desplegar unas infraestructuras tan avanzadas como las que hoy tenemos nosotros, en nuestro caso el pico de inversión sobre ventas ya ha quedado atrás».
Una ventaja clave, porque si algo ha dejado claro esta crisis es que las infraestructuras digitales «han sido fundamentales». «Hemos comprobado que disponer de la red de fibra más potente de Europa no es una anécdota; es algo que se revela esencial en momentos cruciales», subrayó. Unos momentos en los que Telefónica ha podido estar «a la altura» gracias a que cuenta con redes que han demostrado «su robustez y se han comportado con total estabilidad y seguridad».
«Gracias a la claridad de nuestra misión y a nuestros valores, esta crisis ha sacado lo mejor de Telefónica. Nunca nuestro propósito ha tenido más sentido», enfatizó Álvarez-Pallete, quien afirmó que sin su empresa, «todo hubiera sido distinto, todo hubiera sido peor».
En virtud de esa esta sólida posición, la multinacional prevé focalizar sus esfuerzos en «seguir reduciendo deuda y mantener un dividendo atractivo y sostenible». Las inversiones estarán centradas especialmente en sus cuatro mayores mercados: España, Reino Unido, Alemania y Brasil. Sobre el resto de sus negocios en Hispanoamérica, la compañía mantiene «todas las opciones sobre la mesa», incluidas «posibles alternativas inorgánicas» para sus activos en la región.
Álvarez-Pallete reiteró el cumplimiento de los compromisos y objetivos financieros y no financieros fijados, como refleja la «sólida» generación de caja y la reducción de deuda de hasta 15.000 millones de euros desde 2016. Asimismo, repasó los avances de la ejecución de la Nueva Telefónica, presentada el pasado mes de noviembre sobre la base de cinco grandes pilares estratégicos para generar valor e impacto en los diferentes grupos de interés de la firma. Entre ellos, resaltó el acuerdo alcanzado durante la pandemia con Liberty Global para fusionar O2 y Virgin Media en Reino Unido, la adquisición de más de 10.000 emplazamientos de Telefónica Deutschland por parte de Telxius o la adopción de acuerdos de cloud o ciberseguridad, como los anunciados con Google y Microsoft.
Por todo ello, el máximo responsable del gigante de las telecomunicaciones manifestó que los planes de futuro para la firma se verán reflejados en la cotización de la acción de la compañía sin necesidad de adoptar medidas en el corto plazo que puedan impulsar el valor de sus títulos, como ventas de infraestructuras estratégicas o recompras masivas de acciones, ya que podrían debilitar el futuro del grupo.
A este respecto, incidió en que Telefónica es una compañía centenaria y tienen la obligación de pensar en «horizontes muy largos» que corresponden con el retorno de las inversiones. «Nuestra meta está en construir una nueva Telefónica preparada para los próximos cien años y, en consecuencia, más pronto que tarde esto se tendrá que reflejar en el precio de la acción».
Los accionistas de la multinacional española dieron el visto bueno en la junta general al pago del segundo tramo del dividendo correspondiente a 2019 (0,2 euros, que se abonará este mes) y a los 0,4 euros para 2020, cuyo primer tramo (0,2 euros, que se pagará en diciembre 2020) mediante la modalidad de dividendo flexible voluntario.