Cuando el personaje te supera
Fernando Simón cae bien. Tiene don de gentes. No suele perder la compostura y se desenvuelve en las comparecencias con corrección y mesura. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias tiene a su favor que rompe con la imagen del científico friki. El Gobierno depositó en él la espinosa tarea de la comunicación científica durante la pandemia. La exposición pública le ha convertido en un personaje, pero no para bien. Sumó su suerte a la de un Ejecutivo falaz y oscurantista y le prestó la cobertura de su prestigio con un discurso plagado de contradicciones y medias verdades. La izquierda lo ha convertido en un icono pop con cuya imagen se hacen camisetas. Simón pidió ayer que se done a oenegés un pequeño porcentaje del dinero que se recaude con la venta de esos artículos. Más de 40.000 muertos después, y una labor marcada por la doblez, que Fernando Simón sea un símbolo retrata la nueva normalidad.