SEÑOR KICHI: NO ESTÁ BIEN VISTO UN REVOLUCIONARIO GORDO

DIARIO DE UN VIEJO SOLO QUE LE GRITA AL TELEVISOR

DiceDice Núñez Feijóo que el Gobierno se mueve en un circo de varias pistas y no se preocupa de gobernar. Hombre, hay que tener en cuenta que mantener la espectacularidad en tres pistas a la vez, llenándolas de trapecistas, payasos, fieras, malabaristas, lanzadores de cuchillos, prestidigitadores y tragasables es un esfuerzo más que considerable que no deja tiempo para otras cosas, sobre todo cuando solo se cuenta con una plantilla de 18 ministerios y cuatro vicepresidencias. La diputada canaria Ana Oramas, tan sensible, cree que la crisis del coronavirus ha sacado «lo peor de los políticos, que se comportan como en una taberna del Oeste». Así que estamos entre Charlie Rivel y Liberty Valance. Pero el saloon

Ahora se investigan las filtraciones que pudieron darse en el despacho de Pérez de los Cobos. O sea, que el despacho del coronel también tenía goteras en las cloacas»

conoció altas reglas cívicas: no se disparaba a los borrachos, a las bailarinas ni al pianista, no se servía whisky a los menores ni a los caballos, y no se podía desenfundar el revólver hasta que el adversario no rozaba la culata del suyo. Las puñaladas por la espalda se castigaban con la horca y a los tramposos del as en la manga se les liquidaba en la misma mesa de póquer. El ganador del duelo pagaba el entierro del fallecido. No creo que las redes sociales y los bares de los congresos y asambleas vayan mucho más

allá en moral que Jesse James y Butch Cassidy y, por supuesto nunca superarán en ética a John Wayne, Gary Cooper o James Stewart. Ahora se investigan las filtraciones que pudieron darse en el despacho de Pérez de los Cobos. O sea, que el despacho del coronel también tenía goteras de las cloacas. Y ahí estamos, en un galimatías de circo con algo de saloon en el que la guardia civil investiga a la guardia civil, la policía patriótica a la policía patriótica y José Félix Tezanos a los Nuevos Bárbaros. Estaba uno convencido de que habría que llamar a Philip Marlowe o al comisario Maigret, que nos pilla más cerca, pero como ahora resulta que el vice segundo (desde que está cerca del CNI le ha tomado gusto a la investigación) ha descubierto el Estado Profundo, me temo que habrá que recurrir al comandante Costeau. Mientras, el alcalde de Cádiz, Kichi, duda entre llamar al endocrino o a telepizza, esto es, entre la dieta severa o seguir como hasta ahora. Ha ganado unos kilos durante el estado de alarma y los cachondos gaditanos lo han convertido en el blanco de sus coñas e incluso han llegado a decir que se parece más a Pablo Escobar (se ha dejado bigote) que a un revolucionario de postín. Kichi se sumó a la chanza general disfrazándose de elfo con barriga postiza en carnaval, pero en el fondo él sabe que un revolucionario gordo tiene menos futuro que Trump en «Pasapalabra». Una ley que no es la del Oeste dicta las normas de oro del revolucionario de pro. El Che, Fidel, Evita, Lenin,

Los cachondos gaditanos lo han convertido en el blanco de sus coñas (a Kichi) e incluso han llegado a decir que se parece más a Pablo Escobar que a un revolucionario de postín»

Trotsky, etc., fueron delgados, y ahora lo son Pablo Iglesias, Echenique, Alberto Garzón, Errejón, Willy Toledo… La izquierda puede comer de todo (ahí está la izquierda caviar) pero sin engordar, y no creo que Kichi quiera estar en el equipo de Maduro o Kim Jongil. Tiene muchas dietas para elegir, por ejemplo, la del aire, la del canguro y la de la risa. Creo que le iría bien esta última. Es barata, solo exige reírse todo el día. En Cádiz y con un circo de tres pistas lo tiene fácil.