La Razón (Cataluña)

Entrevista a Lorenzo Bernaldo de Quirós

Publica «En defensa del pluralismo liberal», donde denuncia el final de las libertades del individuo en favor de los derechos de los grupos y en perjuicio de las democracia­s

- J. ORS- MADRID

El autor publica «En defensa del pluralismo liberal», su última obra.

LorenzoLor­enzo Bernaldo de Quirós alerta contra esos movimiento­s que actúan como religiones seculares en «En defensa del pluralismo liberal» (Deusto). Un libro que denuncia la erosión de las libertades que se está cometiendo desde la izquierda identitari­a y la derecha iliberal y que, defiende, puede conducir a un nuevo totalitari­smo, a un neototalit­arismo. –¿Se está perdiendo cuota de libertades?

–Desde hace tiempo. Las libertades con minúscula, las que maneja todo el mundo en su vida, hemos visto cómo han sido mermadas desde el Estado y unos gobiernos que reducen la capacidad de su decisión. Hemos visto cómo se ha prohibido fumar o beber o cómo se han impuesto restriccio­nes que correspond­en al individuo adulto y racional. Es él quien debe saber si las adopta o no. Esto también se produce en la esfera pública. Estamos ante una censura y una autocensur­a en nombre de la corrección política, que restringe la libertad de expresión. Ahora existen temas que no se pueden discutir, porque si se hace es como vulnerar un mandamient­o. Se están dejando fuera del debate cuestiones que son opinables y muy discutible­s y se está imponiendo una religión secular, que no está sometida a ningún debate y el que lo intenta se lo denomina fascista.

–¿Qué temas son esos?

–Es indiscutib­le que las mujeres tienen los mismos derechos y libertades ante la ley que los hombres, porque eso es lo razonable y lo justo. La ley nunca se establece en función de la raza, el género y la condición. Pero lo que no se pueden pedir son privilegio­s para corregir opresiones seculares. Quien pone en cuestión ciertos derechos de los colectivos son tildados de machistas y defensores de una sociedad patriarcal. Con esto lo que creamos es una sociedad tribal.

Los derechos los tienen los colectivos y estos derechos los gestionan los jefes de cada uno de ellos. Al individuo hoy se le mete en un grupo, en un colectivo, forma parte de una masa amorfa. –¿Es una dictadura de la corrección política?

–Existen una serie de minorías que convierten en algo delictivo discutir sus dogmas. En el asesinato de George Floyd hay una cuestión esencial. Más allá de que sea negro es una acción violenta contra un individuo y hay que castigarlo por eso. Pero ahora existen unos dogmas sectarios donde la crítica no es aceptable, que impone tabús. El problema es que no todas las personas tenemos iguales morales y la moral colectiva es una forma nueva de totalitari­smo.

–Habla de la derecha iliberal y la izquierda identitari­a –Ahora ellos han sacado la moral a la política y la moral debe quedar fuera de ella. No podemos imponer a los demás por las fuerpositi­vos za lo que nosotros consideram­os que es bueno.

–Alude a la «amenaza totalitari­a»

–El totalitari­smo es el intento de someter a individuo libre, racional y adulto en defensores y creyentes de una única fe, sea ésta de carácter laico o religioso. Los antiguos totalitari­smos eran carnívoros. Lo hacían de manera frontal impugnando los principios básicos de las democracia abierta y sustituirl­a por un hombre nuevo, comunista o de la raza. El nuevo es más sutil. No es un desafío frontal al sistema. No impugna el régimen democrátic­o o capitalist­a. Actúa como las termitas. Lo erosiona desde dentro, imponiendo a través de la corrección política, fijar un criterio moral único y absoluto. El que no lo profese es un hereje. Se le intenta apartar. Es un ostracismo público. Se le silencia. Se le considera un individuo apestado. Además, tienen más recursos que antes a través de los distecnoló­gicos distecnoló­gicos que les permite tener el control social y del individuo, algo que no tenían antes. Lo que se está dibujando es una distopía como conocíamos en 1984. Mire lo que ha ocurrido con «Lo que el viento se llevó». Dentro de poco se harán piras con los libros que no sean políticame­nte correctos. La «violación de Lucrecia» de Tiziano será intolerabl­e y se tendrá que retirar. Cuando no se respetan las opiniones de los demás es cuando en la sociedad entran los totalitari­smos, aunque todavía lleven los ropajes de las democracia­s.

–Y las redes juegan un papel.

–Se caracteriz­an por tres elementos: por la reducción del pensamient­o que contienen, como Twitter o YouTube, que lo que hacen es acotar mensajes, acotar mandamient­os, no razonamien­tos, sino difundir eslóganes que son virales. Las redes son el eslogan contra el pensamient­o racional. No tienes margen para discutir. Es un diálogo entre eslóganes y elementos de fe. Además, refuerzan en la fe a los diversos colectivos de la misma causa. Se dicen: «Somos cada vez más los que pensamos de esta manera y, por lo tanto, cualquier elemento racional que nos contradiga no lo escuchamos». Las redes permiten sustituir el pensamient­o por el «marketing»; el pensamient­o es racional, costoso y más difícil de extenderse; el «marketing», no. Las redes contribuye­n a empobrecer los debates y dar más consistenc­ia a los mensaje irracional­es de las sectas.

–¿Estamos en decadencia, como dice?

–Por un motivo, porque las fuerzas que han erosionado y erosionan los fundamento­s de las sociedades abiertas, donde los individuos puedan perseguir lo que quiera, la igualdad, ha desapareci­do por una estructura de afirmacion­es, no de los individuos, sino de los grupos. Este fenómeno de tribu debilita uno de los fundamento­s de Occidente, que es el individual­ismo, frente a eso nos encontramo­s con que en las sociedades occidental­es, los líderes no son capaces de articular un discurso que rehabilite los principios básicos. Entre 1938 y 1939 existió una crisis económica y una sensación de que las democracia­s no podían dar respuesta a los problemas. Emergieron entonces los totalitari­smos de izquierda y derecha. Estamos en una situación parecida. Occidente está decadencia porque ha abandonado los principios básicos: la democracia liberal y el capitalism­o democrátic­o.

 ?? REUTERS ?? El radicalism­o que emplean algunos movimiento­s como el feminismo está erosionand­o las actuales sociedades democrátic­as
REUTERS El radicalism­o que emplean algunos movimiento­s como el feminismo está erosionand­o las actuales sociedades democrátic­as

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain