Vuelve la Liga Endesa a puerta cerrada
Con unas excepcionales medidas sanitarias en Valencia y a puerta cerrada, la ACB decide el título con un torneo de 33 partidos en dos semanas
La ACB decide el título con un torneo de 33 partidos en dos semanas.
MásMás de tres meses después de la conclusión del Baskonia-Tenerife en el Buesa Arena, allá por las diez de la noche del 8 de marzo, vuelve el baloncesto en España. Con la NBA parada y la Euroliga suspendida hasta la próxima temporada, la Liga Endesa ha debido reinventarse. Por obligación, la ACB ha parido un torneo que es «como una Copa a lo bestia» o «como una cárcel cómoda», según como se mire. De las reticencias iniciales se ha pasado a una expectación creciente pese a la puerta cerrada. Antes del arranque el protagonismo ha recaído en un espectacular Centro Médico Avanzado, la condición básica que ponía la ACB para el anfitrión. Ahora serán los doce mejores equipos divididos en dos grupos de seis los que se jueguen el título en 33 partidos durante dos semanas.
«Habiendo vuelto el fútbol, el baloncesto no se podía quedar atrás y más después de lo de la Euroliga. Quiero ver cómo responden los jugadores después de este tiempo, pero tengo fe en que va a salir bien, porque Antonio Martín es un tío muy listo», comenta Lolo Sainz tan a la expectativa como el resto de aficionados. Después del obligado parón los favoritos siguen siendo los mismos. El líder era el Barça, pero el equipo de Pesic va a tener poco que ver con el que se había visto antes de la pandemia. La fuga de Delaney a Estados Unidos ha dejado a los azulgrana en manos de Heurtel y Pangos. El primero ha jugado dos partidos esta temporada; el segundo, ninguno. Desde hace cinco años la ACB no recala en el Palau y Mirotic persigue su primer título como azulgrana.
Enfrente estará el Madrid de Laso. Esta temporada los blancos ya han ganado todo lo que podían ganar. Levantaron la Supercopa Supercopa y la Copa del Rey de Málaga poco antes del coronavirus. Sin la Euroliga, la Liga Endesa es el premio gordo. Sólo en dos ocasiones el Madrid ha logrado el triplete: una de ellas ya fue en la «era Laso» (2014/2015) y la otra, en la temporada 1984/85. Los argumentos de los blancos son los de toda la vida durante el «lasismo», pero hay un nombre propio. El Facu Campazzo acumula tres MVP seguidos: Liga, Supercopa y Copa del Rey. Del relevo en los reconocimientos individuales se ha pasado a la sucesión de premios para el base argentino. Busca el cuarto seguido.
La primera alternativa es el anfitrión. El Valencia ya sabe lo que es ganar una ACB en casa. Lo hizo hace tres años ante el Madrid y el equipo está convencido de enfrentarse a una oportunidad histórica. Ningún miembro de su plantilla huyó de la ciudad durante el confinamiento y fueron los primeros en volver a entrenar. Una de las revelaciones de la temporada, el Zaragoza, llega con demasiadas bajas por retiradas, lesiones y fugas. La otra, el Tenerife, lo hace para ratificar un año notable.
Quizá el resumen más certero de todo lo que significa una fase final excepcional, como lo ha bautizado la propia ACB, lo aporta Romay: «La ACB tenía muy claro desde el principio que esto se trataba de un ‘‘acabemos como sea’’ dentro de las normas sanitarias. Valencia era el mejor sitio posible, la elección como sede le vendrá muy bien al proyecto que se está montado allí y el torneo tiene buena pinta».