Casado pactará solo si el PSOE rompe con Podemos
Presupuesto Álvarez de Toledo advierte de que el Gobierno pretende encajar ahora un «Frankenstein que es díficil de cuadra»
A pesar de que desde las baronías del PP se anticipe que el partido está obligado a negociar y a llegar a acuerdos económicos con el Gobierno, de cara a unos Presupuestos Generales, aunque sean coyunturales, por delante hay un «sudoku» de vetos cruzados que complica esta ecuación.
Bruselas quiere estabilidad, acuerdos nacionales y cumplimiento de lo pactado, y esa premisa los populares la saben. Mientras el Gobierno mantiene su ofensiva para tratar de atraer al principal partido de la oposición a un frente de unidad para la reconstrucción, el PP ya ha puesto su primera condición: una línea roja que haría imposible ese entendimiento: los socios del Gobierno de Sánchez.
La portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, descartó ayer que su partido pueda apoyar unos Presupuestos si el presidente de Gobierno no abandona sus «derivas radicales» a nivel político, territorial y económico y rompe con Podemos y los independentistas.
En rueda de prensa tras la Junta de Portavoces, Álvarez de Toledo apuntó que Sánchez tendría que abandonar los «elementos incompatibles con la sensatez», como los «ensayos populistas» de nacionalización de empresas o la derogación de la reforma laboral del PP que pactó ya con EH Bildu a cambio de una abstención para prorrogar el estado de alarma.
Los populares se muestran incrédulos y todo ello lo ven como una «gigantesca hipótesis» de la que no hay indicios, por lo que consideran que ni siquiera se puede empezar a hablar de que el PP apoye las cuentas en la situación actual. «Mi ingenuidad tiene un límite, no hay ni un indicio de que el PSOE pueda romper sus alianzas con el separatismo radical y el partido que considera la Constitución un candado», advirtió, antes de instar a preguntar al PSOE y no al PP sobre este asunto.
Álvarez de Toledo considera que la cuestión es si el PSOE está dispuesto a «volver a la senda del consenso constitucional» y abandonar su «deriva radical y ultra».
La portavoz del PP aseguró que Sánchez ya ha elegido a sus socios y ahora pretende «cuadrar un Frankenstein que es muy difícil de cuadrar» e incluso de gestionar, en referencia a su Gobierno de coalición con Unidas Podemos, para llegar a un acuerdo de aprobación de los presupuestos.
Si Sánchez no vuelve a la «moderación», los populares se cierran cierran y critican que se les intente dar lecciones de patriotismo sobre esta cuestión o sobre su postura en Europa, porque él es «de lejos el presidente menos patriota» que ha pasado nunca por la Moncloa. «La única patria de Sánchez es Sánchez»
En las filas populares algunos apuestan por que se busque un acuerdo del tipo de Cs sin renunciar a la crítica y Sánchez busca la cercanía con esta premisa, aunque también se toparía con un ERC que también recela de los naranjas. Cs insiste en su mano tendida para acuerdos futuros, aunque no han hablado de cuentas públicas con el Ejecutivo y advierten de su “no” a unas políticas «surrealista» como las de Podemos.