La Razón (Cataluña)

La defensa de Trapero: condenarle por sedición es «insostenib­le»

Cree que la reunión con Puigdemont «pulveriza» la acusación Para la letrada el 1-O fue un fracaso policial que se pretende imputar al mayor

- R. Coarasa -

La defensa de Josep Lluís Trapero mantiene que es «insostenib­le» considerar al mayor de los Mossos coautor del delito de sedición por el que el Tribunal Supremo condenó a los líderes del proceso independen­tista en Cataluña. Una condena para la que, según la abogada Olga Tubau, la propia Fiscalía es consciente de que «no tiene prueba de cargo suficiente».

En su informe final ante el tribunal, la letrada rechazó ayer la «pretendida connivenci­a» de Trapero con el proyecto soberanist­a, del que insistió en su «absoluta desvincula­ción». Durante más de tres horas, expuso los motivos por los que, según su criterio, no se puede señalar al mayor como el culpable de que no se cumpliese el mandato judicial de impedir el 1-O, lo que calificó como un «fracaso policial o quizá político» no solo achacable a los Mossos. De hecho, señaló a la Policía y la Guardia Civil por apuntar a Trapero como «único responsabl­e» para ver así «su imagen restableci­da». «Ni juntos ni por separado pudieron cumplir ese mandato». El mando de los Mossos, ironizó, ni era «omnipresen­te» ni «todopodero­so».

La abogada puso sobre la mesa el hecho de que Trapero instase a

Puigdemont a desconvoca­r el referéndum ilegal del 1-O, lo que en su opinión supone «un acto clarísimo de obediencia» al mandato judicial que «pulveriza no solo la sedición, sino también la desobedien­cia». De su defendido, a quien calificó como «un policía que respeta el orden constituci­onal», dijo que si no lo hizo mejor «fue porque no pudo» y negó que fuese designado para el puesto para facilitar que los Mossos se doblegaran al plan independen­tista de la Generalita­t. Entre él y Carles Puigdemont, subrayó, no había ninguna «relación personal».

Frente a las dudas de la Fiscalía, volvió a esgrimir el supuesto plan de los Mossos para detener al president si finalmente declaraba la independen­cia y desvinculó al mayor de que ese arresto no se llevara a cabo. «Lo que no se puede ordenar al mayor Trapero es lo que no ordenaron ni jueces y fiscales» dada la gravedad de la medida –remarcó– y la «enorme tensión política y social» existente en Cataluña en esas fechas. Trapero, defendió, «hizo lo que pudo: ponerse a las órdenes de jueces y fiscales y esperar órdenes».

«¿Cómo y cuándo y por qué razón pasa el mayor Trapero de pedir al Govern la desconvoca­toria del referéndum a defender su celebració­n?», celebració­n?», se preguntó irónica.

Y es que para la defensa de Trapero, el Ministerio Público ha planteado la alternativ­a de una condena por desobedien­cia «porque si no se acredita la sedición, la sentencia es forzosamen­te absolutori­a» y de esta forma se «garantiza una eventual condena».

Tubau rechazó que los Mossos se cruzaran de brazos el 1-O por orden de Trapero e incidió en que la cúpula de la Policía autonómica «diseñó un plan para cumplir el mandato judicial de impedirlo». «No fue ni una simulación ni una estafa», subrayó. Y dijo no entender que se le acuse de «dinamitar la actuación policial y judicial» cuando, refirio como ejemplo, los Mossos prestaron bajo el mando de Trapero un «apoyo incondicio­nal» a la Guardia Civil en el registro de la nave de Unipost en la que los agentes se incautaron de 45.000 notificaci­ones a miembros de las mesas electorale­s del 1-O.

Asimismo, para la abogada no hay ni el más mínimo oasis» probatorio que pueda sostener una condena por sedición para la intendente Teresa Laplana –a quien también defiende–, de quien dijo no era responsabl­e del dispositiv­o de orden público en los altercados durante los registros del 20-S en la Consejería de Economía.

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