Ley Celaá: ideología frente a educación del esfuerzo
Una de los aspectos más preocupantes de la «ley Celaá» –otra más en la vitrina de fracasos del MinisteriodeEducación–essuponerque se podrá reducir el abandono escolar, que es uno de los problemas más serios de nuestro sistema, permitiendo que pueda obtenerse el título de Bachillerato con un suspenso. Rebajar el nivel y transmitir que el esfuerzo no es meritorio, que siempre se podrá repescar a quien no ha tenido la actitud necesaria, es un grave error que lastrará nuestro sistema educativo. La prueba es que ayer, en la tramitación de ayer en el Congreso, ni esta ni otras cuestiones que afectan de lleno a los planes de estudio y cómo escalar posiciones en los índices internacionales no se trataron. El debate, como todo últimamente, se centró en el terreno doctrinal, que es lo que caracteriza al texto de Celaá: una ley ideológica. Muy en las corrientes de género que patrocinan los sectores de Podemos en el Gobierno, hablar de «educación afectivo-sexual», es una entelequia propiciatoria de contenidos que acaban teledirigiendo la libertad de pensamiento. Por otro lado, enfrentar la escuela pública con la concertada es romper el pacto constitucional sobre la libertad de educación, pero ese debe ser el objetivo: crear dos comunidades.