El presidente Donald Trump en apuros
Guerra contra el ex asesor Presenta una querella para evitar que publique sus memorias
Trata de frenar las memorias del ex consejero de Seguridad Nacional.
El Gobierno de EE UU ha interpuesto una demanda contra John Bolton, consejero de seguridad nacional entre 2018 y 2019, y embajador ante Naciones Unidas con George W. Bush, a fin de retrasar la publicación y expurgación de sus memorias. El problema es que Bolton salió tarifado del ejecutivo de Donald Trump, que pasó de ser su gran valedor a su más implacable crítico, y que en su libro, con fecha de edición prevista para el 23 de junio, parecen esconderse fragmentos altamente radioactivos para el gobierno y, sobre todo, para su principal figura.
Trump y Bolton acabaron chocando en casi todos los asuntos relacionados con la seguridad nacional y la política exterior, de Corea del Norte a Siria, de Irán a Venezuela, de Afganistán a Europa. En opinión de los asesores legales de la Casa Blanca, Bolton no está siendo honesto con sus propios juramentos, que implican someter a revisión y aceptar las posibles modificaciones de cualquier texto donde hable de sus días en el gobierno. Asumiendo, claro está, que los recortes sean razonables y que estén relacionados con la hipotética revelación de secretos que puedan dañar la seguridad del país.
El libro, destinado a salir a la calle bajo el paraguas de la editorial Simon & Schuster, está ya impreso y listo para ser distribuido. Se trata de uno de los platos fuertes de la rentrée editorial. Nada parece haber irritado más a la Casa Blanca que la narración que Bolton hace de lo sucedido con Ucrania y las presiones a las que Trump, junto con un destacado grupo de colaboradores, sometió a un gobierno extranjero, incluyendo la posible paralización de fondos destinados la defensa del país en tanto en cuanto la Fiscalía ucraniana no anunciara ante el mundo que investigaría las andanzas de un ciudadano estadounidense, Hunter Biden, a la sazón hijo Joe Biden, ex vicepresidente con Barack Obama y candidato rival de Trump a la Casa Blanca.
La cuestión ucraniana mutó en el tercer «impeachment» de un presidente en la historia del país, finalmente rechazado por la mayoría republicana en el Senado. Esta es, por tanto, la historia de una demanda histórica y largamente anunciada. Histórica porque no era habitual que un presidente de los EE UU, aliente una demanda por la publicación de un libro. Anunciada porque hace ya meses que la Casa Blanca avisó de sus intenciones.
Entiende que Bolton, diplomático y político republicano nacido en Baltimore, y considerado como uno de los más destacados exponentes del pensamiento conservador clásico, ha incumplido sus contratos. Considera que interpreta con excesiva ligereza lo que son o no son secretos de seguridad nacional. El departamento de Estado no quiere, al menos de momento, que la editorial impida la distribución de la obra. Lo que pide es que su salida sea paralizada y que los ejemplares sean purgados.
Los abogados del gobierno, de paso, exigen que los tribunales impidan que el contenido del libro pueda hacerse público sin contar antes con el permiso expreso de la Casa Blanca, que recuperen todos los ejemplares que puedan haber llegado a terceros, por ejemplo columnistas, comentaristas de radio o televisión y críticos de los suplementos literarios, y que cualquier posible dinero generado por el libro sea redirigido a la Administración.
El Pen Club denuncia lo que entiende como un intento de censura. Y la American Civil Liberties Union (ACLU) ha recordado que «hace 50 años el Tribunal Supremo de los Estados Unidos rechazó el intento de la Administración Nixon de bloquear la publicación de los documentos del Pentágono, estableciendo que la censura del gobierno es inconstitucional».