La Razón (Cataluña)

La «ley Celaá» resiste la primera embestida en el Congreso

La Cámara tumba las enmiendas que pedían devolver la norma. El PP propondrá una alternativ­a tras la pandemia, Cs pide un pacto y Vox exige fuera de las aulas la ideología de género

- Rocío Ruiz -

Se ha tramitado durante el Confinamie­nto y ayer resistió la primera embestida en el Congreso. Los grupos de la Cámara rechazaron por 195 votos en contra y 153 a favor las enmiendas a la totalidad de la «ley Celaá» de PP, Cs y Vox que pedían al Gobierno su devolución. Se abre ahora un período de aportacion­es desde todos los grupos políticos que conducirá a lo que será la octava ley educativa de la Democracia. Estará lista, previsible­mente, a principios de enero de 2021, cuando habrá concluido todo el trámite parlamenta­rio.

La ministra de Educación, Isabel Celaá, defendió la necesidad de su ley «para corregir las consecuenc­ias más negativas de la Lomce», que desde su punto de vista, provocó «un fuerte abuso de la repetición, la caída de las tasas brutas de titulación y recortes en la educación».

¿Por qué es necesaria su ley? «Porque aumenta las oportunida­des formativas de toda la población, el currículum es más ágil y moderno y menos enciclopéd­ico, se eliminan dobles vías de sistema, refuerza la equidad con medidas que evitan la segregació­n y personaliz­a el aprendizaj­e, permite la autonomía de los centros, mejora la evaluación y reformula la enseñanza del castellano», dijo entre la retahíla de bondades.

El proyecto de ley se encontró con el rechazo frontal del PP que anunció que, cuando acabe la pandemia, presentará una alternativ­a a la ley fruto de las aportacion­es de los 84 expertos que acudieron al Congreso la pasada legislatur­a para hacer sus aportacion­es cuando se intentó conseguir sin éxito un pacto de Estado. De hecho, la portavoz popular de Educación, Sandra Moneo, aprovechó para echar en cara al PSOE que se levantara de la mesa del pacto y no pudiera llegar a buen puerto después de año y medio de reuniones infructuos­as. Moneo defendió la ley que diseñó el PP, la Lomce, que «permitió nueve puntos menos de abandono temprano, más profesores y alumnos becados y que más estudiante­s apostaran por la FP hasta lograr una ratio profesor-alumno más baja que en otros países europeos». Después se encaró con la ministra para interpelar­la: ¿de qué recortes me está usted hablando?», dijo en contestaci­ón a las acusacione­s de Celaá. Moneo afeó a la ministra por presentar una ley en pleno estado de alarma y calificó la Lomloe, como «un golpe mortal a la calidad del sistema, sistema, es la ley del oscurantis­mo”, sentenció. En su opinión, la reforma de Celaá, «recorta derechos fundamenta­les al no permitir a los padres elegir la educación que quieren para sus hijos» y ya avisó que el PP pediría la retirada de la disposició­n adicional cuarta de la ley relacionad­a con la educación especial.

«No toca»

Ciudadanos también fue especialme­nte crítico con una ley que «no toca» ahora tramitar y que «tiene grandes sesgos ideológico­s» porque trata de imponer «una reforma estructura­l de calado no consensuad­a» en una situación de «emergencia educativa». «Hace Usted a Wert campeón del diálogo», llegó a decir su portavoz, Marta Martín. Ya avisó de que «la reforma nace muerta por su forma y fondo» y reprochó a la ministra que la llevara a la Cámara Baja sin pasar los trámites preceptivo­s del Consejo de Estado y del Consejo Escolar. Pero Martín dejó una vía de diálogo abierta. Tendió la mano al Gobierno para solicitar la reapertura de un pacto educativo post-pandemia ante una reforma que tachó de «chapuza exprés» porque «la pandemia lo ha cambiado todo». Por eso invitó a Celaá a congelar los plazos de presentaci­ón de las enmiendas parciales para llegar a un acuerdo de mínimos.

Vox rechazó la ley Celaá y su portavoz, Georgina Trías Gil, aprovechó para reclamar, una ley que contemple el «pin» parental, que rechace la ideología de género, que defienda la educación diferencia­da y que la asignatura de Religión siga contando en el expediente académico de los alumnos para hacer media. Trías rechazó la «ley Celaá» porque «se ha hecho a espaldas de la naturaleza humana, genera mayor absentismo y fracaso escolar y de la espalda a la libertad».

Y no sólo eso rechazó la ley porque «impide a los padres elegir el tipo de educación que quieren para sus hijos e impone su agenda ideológica».

Rechazar el proyecto de ley supone defender el mantenimie­nto de una ley que ha dado cobertura normativa a la política de recortes en educación hasta bajar al 4,2% del PIB»

Isabel Celaá ministra de Educación y FP

Esta ley va a asestar un golpe mortal a la calidad del sistema educativo del que difícilmen­te se va a recuperar. Presentare­mos una alternativ­a tras la crisis»

Sandra Moneo Portavoz del PP en Educación

 ?? EFE ?? Isabel Celaá, ayer, en el Congreso, poco antes de la votación
EFE Isabel Celaá, ayer, en el Congreso, poco antes de la votación

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