GOETHE, ESE TENAZ ECOLOGISTA
Atalanta reedita la revolucionaria y menos conocida obra del autor de «Fausto»
ElEl autor del «Fausto» fue mucho más –si esto es posible– que uno de los más grandes poetas de la historia de la literatura. Adelantado a su tiempo, puente intelectual entre lo clásico y lo porvenir, profeta de la estética, Goethe también tuvo una vertiente científica acaso menos conocida. Su veta naturalista entronca la «physis» griega con la «Naturphilosophie» de Schelling y las exploraciones de Humboldt. En su variada obra científica, desde la «Farbenlehre» a la botánica, Goethe aprende de los antiguos y une macrocosmos y microcosmos, ciencia y creatividad poética, hoy absurdamente divorciadas. Pienso que los libros científicos que cambiaron la historia, desde Parménides a Lucrecio, fueron aproximaciones poéticas al conocimiento. Así, Goethe quiso obtener un saber integral e intuitivo de la naturaleza. Se inspiró en las escuelas helenísticas –notablemente, en el estoicismo– y en el neoplatonismo de Plotino, cuya estética y filosofía como reflejo de una ontología superior le marcaron profundamente. Su pasión por descubrir los patrones de la morfología botánica se relacionaba con el conocimiento de lo divino que hay en la naturaleza siguiendo el «theorein» griego.
Con este trasfondo filosófico, y Linneo como maestro inspirador, Goethe compuso su breve pero revolucionaria «Metamorfosis de las plantas». A partir de su celebérrimo viaje a Italia, desarrolló su idea de buscar la «planta primordial» («Urpflanze») como modelo de todo el variado reino vegetal. Ahora se publica una magnífica edición ilustrada –preciosas fotos y grabados antiguos– de este libro: le hubiera encantado al poeta-científico, pues aludió a la necesidad de ilustrarlo bella y profusamente, como ha hecho la editorial Atalanta. Bajo el signo de Proteo, el paradigma griego de las metamorfosis, y de los mitos mitos clásicos de transformación, desde Lucrecio a Ovidio, Goethe identifica los fenómenos primordiales de la generación natural como un presocrático en busca de la «arché».
Los cambios del mundo
Entre intensificación y polaridad –lucha de opuestos en pos de la evolución hacia lo complejo, y atracción y repulsión alternante–, este apasionante opúsculo se erige como símbolo de una visión holística del conocimiento. Su ciencia morfológica es apasionante y deja huellas en cabezas tan diferentes como Thoreau, Darwin o Propp –la «Morfología del cuento» de este se inspira en el modelo de ciencia goetheano– con un intento de entender la armonía del cosmos encontrando huellas de un sentido global que una el mundo normalmente llamado «exterior» con el espíritu.No se pierdan este viaje en busca de las razones y patrones que subyacen a la naturaleza. Con sus intuitivas pautas que permiten explicar las transformaciones del mundo natural, a partir del ejemplo de las semillas que germinan y de los arquetipos dinámicos internos, la ciencia goetheana se me antoja más necesaria y actual que nunca en este mundo en plena crisis ecológica y epidémica.