La Razón (Cataluña)

EL PP Y EL REFORMISMO EUROPEO

- JOSÉ MARÍA MARCO

EnEn enero de 2011 Miguel Ángel Moratinos quiso ser –es de suponer que con la aquiescenc­ia de Rodríguez Zapatero– Secretario General de la FAO. El PP español no puso ningún obstáculo y apoyó la muy costosa campaña que organizó el Gobierno español para quien fue uno de sus ministros más pintoresco­s. En julio de 2018, la ex ministra Isabel García Tejerina, bien respaldada en la UE, tuvo la oportunida­d de ser la candidata europea para sustituir a quien había conseguido el puesto de Secretario General de la FAO en lugar de Moratinos. Como es bien sabido, el PSOE se encargó de sabotear minuciosam­ente aquella candidatur­a, que fracasó. Es lo que el PSOE entiende como lealtad nacional, e incluso patriotism­o. Ni que decir tiene que ahora el PP vuelve a tas, en particular a los más necesitado­s. En vez de darle la vuelta al argumento y demostrar que las políticas antisocial­es y antisolida­rias son las que está proponiend­o el Gobiernos social-peronista, el PP prefiere argumentar que ni ellos ni la Unión Europea son partidario­s de condiciona­r los fondos europeos a políticas de austeridad como las que agita el Gobierno a modo de pancarta mitinera. Aun así, lo cierto es que el PP no apoya la exigencia de condicione­s para el desbloqueo de los fondos asignados pero sí propone adecuar la política española a las propuestas de la Comisión. Y estas no son, como lo fueron hace ocho o nueve años, recortes, sino más bien reformas: reformas que tienden a evitar el aumento del desempleo (que llegaría con la contrarref­orma del mercado de trabajo a la que aspira el Gobierno), medidas para paliar la precarieda­d que inauguró en nuestro país Felipe González, mayores inversione­s en ciencia y tecnología, mayor importanci­a a la innovación en todos los campos, garantizar el sistema de pensiones, etc. Eso, más que la condiciona­lidad, es decir las condicione­s previas, es lo que está en juego y lo que la Comisión Europea quiere que se implante en España, siguiendo el ejemplo de lo que han hecho muchos otros países de la UE, de cualquier signo político. Habrá que ver si es eso lo que quiere hacer el Gobierno socialista. Por otro lado, los gobiernos que conforman el frente de los «frugales» son los de Suecia, Dinamarca, Finlandia y Austria. Los dos primeros son socialdemó­cratas. El de Finlandia lo forma una coalición liderada por una socialdemó­crata feminista. Y el de Austria, el único que está presidido por un conservado­r, es una coalición de la derecha con los Verdes. En contra de lo que ocurre con los socialista­s españoles, los socialdemó­cratas europeos abominan del sectarismo y aprecian la racionalid­ad, la moderación y el pragmatism­o. Eso es lo propio de Europa y no el histriónic­o populismo peronista que les chifla a nuestros gobernante

apoyar la posible candidatur­a de la ministra de Economía Calviño a la Presidenci­a del Eurogrupo. Y aunque es cierto que la Presidenci­a del Eurogrupo obligará a la ministra a que su Gobierno cumpla hasta cierto punto las reglas europeas, cabe preguntars­e si el PP hace bien en seguir derrochand­o tanto buenismo. Ahora el PSOE anda embarcado en una nueva campaña contra el PP. Se escuda en las declaracio­nes realizadas por Dolors Montserrat para impedir que la Unión Europea dé carta blanca al gobierno social-peronista y en particular a los caprichos de Pablo Iglesias. Como si la eurodiputa­da del PP se hubiera alineado con lo más antisolida­rio de la UE, el famoso frente de los «frugales», para estrangula­r la economía española y hacer sufrir a sus compatrioE­n compatrioE­n contra de lo que ocurre con los socialista­s españoles, los socialdemó­cratas europeos abominan el sectarismo y aprecian la racionalid­ad»

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