MIGUEL BOSÉ AVISA: MUCHO OJO CON LOS POLVOS INTELIGENTES
ElEl que levantaba la ceja junto a Sabina, Almodóvar, Ana Belén y Víctor Manuel en la Plataforma de Apoyo a Zapatero en 2008 se ha convertido en enemigo de Pedro Sánchez, en el conspirador-jefe de los que mantienen que el coronavirus es la gran mentira de los gobiernos para mantenernos acojonados, controlados, mansos con el poder y fieles en la creencia de que el filósofo Illa sabrá contar muertos cuando éstos se estén quietos de una vez, que Sánchez acompañará a Miley Cyrus tocando la lira en el bonito tema «Nadie se quedará atrás» e incluso que Aguado enviará flores a Díaz Ayuso cuando pase todo esto y esté menos vigilado por su señora. Miguel ha compartido en Twitter un vídeo en el que se ve a cientos de personas paseando sin mascarillas ni distancia social en la ciudad suiza de Ginebra. Y explica: «Suiza, como los demás países nórdicos de Europa, saben desde el principio la gran mentira de los gobiernos, el de España incluido». Trending topic. Por culpa del maldito virus, Sánchez ha perdido el posible apoyo del amante bandido que ya nunca le cantará como si fuera Pablo Iglesias: «Seré tu amante bandido/ corazón, corazón mal herido/ Seré tu amante cautivo/ seré…» Ahora se ha liberado hasta de la
Por culpa del maldito virus, Sánchez ha perdido el posible apoyo del amante bandido que ya nunca le cantará como si fuera Pablo Iglesias»
ciencia, que es tanto como huir de la razón, y ya solo es cautivo de las teorías del doctor Thomas Cowan, quien mantiene que los virus son la excreción de una célula intoxicada y que esa intoxicación de las células proviene de un aumento cuántico de la electrificación de la Tierra, o sea, que al final la culpa va a ser de Iberdrola y de lo mucho que usamos la tele y el microondas. Cowan defiende que la tecnología desequilibra la estabilidad del organismo y que éste responde generando virus como la Covid-19. Todo se debe a un salto cuántico, añade. Salto cuántico el que ha dado Bosé, que ya parece vivir en un universo paralelo donde ve ángeles, como su fallecida y bendita madre, Lucía Bosé, y malignos conspiradores globales como Bill Gates, un diablo que, según Papito, pretende implantarnos nano robots y microchips con las vacunas hasta alcanzar el control absoluto de la humanidad. Y no queda ahí la cosa. El salto cuántico le lleva a decir que esas vacunas que nos pondrán un día llevarán polvos inteligentes para controlarnos mediante el 5G. Hombre, pues no sé yo qué elegir, si el control de Bill Gates o el del 5G, la quinta generación de tecnologías de telefonía móvil. Bill no me disgusta, parece un jefe la mar de majo, un tío que empezó desde abajo y tal, gran filántropo, pero lo de los polvos inteligentes de las redes 5G me tiene viviendo sin vivir en mí, entre esperanzado y fascinado. Así que los polvos inteligentes no son únicamente los que pudieran echar Einstein, Stephen Hawking, Picasso o Iván Redondo, sino que también están relacionados con el aumento de la velocidad de conexión de la red 5G. Entonces quizá sean polvos inteligentes pero rapiditos, muy acorde con estos tiempos de eyaculación precoz, sociedades inmaduras y políticos prematuros. Quizá también se trate, aunque Bosé no lo insinúa, de polvos inteligentes virtuales o cibernéticos, el aquí te pillo aquí te mato en modo salto cuántico, una chispa de pasión a pilas, como el conejito de Duracell. En fin, que en estos tiempos en que se derriban estatuas, Bosé se autoinmola en la hoguera conspiranoica.