El turismo, indignado con el plan de Sánchez: «Es calderilla»
DECEPCIÓN EN EL SECTOR: «MUY POCA MUNICIÓN» Y SOLO AVALES Los empresarios exigen ayudas directas, incentivos a la demanda y ERTE específicos
e insuficiente». Con estas palabras califica la industria del turismo el Plan de impulso para el sector turístico que presentó ayer, a bombo y platillo en un acto institucional, el presidente del Gobierno en La Moncloa con el argumento de que «ya es hora de avanzar e impulsar de nuevo al sector turístico». Sin embargo, la realidad es que esta iniciativa que la industria esperaba como «agua de mayo» ha resultado ser «escasa» para regar la sequía de ingresos que vive el sector desde hace ya más de tres meses.
Cargado con poco más de 4.250 millones de euros en total y una batería de propuestas engarzadas en cinco puntos clave que no incluyen ayudas económicas directas al sector, sino fundamentalmente la creación de una línea de avales ICO por valor de 3.256 millones, el nuevo plan resulta ambicioso ambicioso a largo plazo, «pero muy incompleto a corto, ya que aunque apunta en la dirección correcta, cuenta con muy poca munición. La liquidez que propone a través de avales es calderilla para aguantar unas perdidas que estimamos en 83.000 millones. Ahora es el momento de las ayudas directas y no de refinanciarnos con créditos. Y parece obvio que las cifras del plan no son proporcionales al peso que tiene el turismo en nuestra economía si nos comparamos con el rescate que ha hecho Francia a su sector con 18.000 millones», aseguró ayer a LA RAZÓN José Luis Zoreda, vicepresidente ejecutivo de Exceltur.
Sin solución a los ERTE
Desde el lobby turístico lamentan que este plan siga sin concretar la que era la máxima y más urgente prioridad del sector: asegurar la mayor supervivencia del tejido empresarial posible en lo que que«Decepcionante da de año a través de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo. «Resulta incompresible y hasta patético que el presidente del Gobierno haya reconocido que los ERTE han llegado para quedarse pero que, a día de hoy, sigamos sin solucionar ese problema que resulta crucial para garantizar la viabilidad turística», reconoció Zoreda. Y esta queja fue compartida por todo el sector al unísono, tal y como demostró en La Moncloa Marta Blanco, presidenta del Consejo de Turismo, Cultura y Deportes de la CEOE, quien recordó al presidente del Gobierno que «no nos equivoquemos, la salvación del futuro del turismo pasa por los ERTE». De hecho, el sector va un paso más allá y no sólo pide alargar esta figura laboral, sino adaptarla específicamente a las necesidadesdelturismo:«Necesitamos unos ERTE propios, porque nosotros no podemos guardar el stock. Día que no abrimos, noche que no se factura, y sin demanda no hay nada que hacer», advirtió en un comunicado Jorge Marichal, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos, Cehat.
Sin impulso a la demanda
En este sentido, la otra gran crítica de la industria va precisamente en esa línea, pues el plan no incluye nada orientado a impulsar la demanda del turismo, «algo esencial ahora, porque según el CIS sólo el 27% de los españoles tiene pensado ir de vacaciones este verano», recordó Marichal. Y la comparación con lo que se está haciendo en el resto de Europa resulta demoledora. «Hemos visto como Italia ha diseñado bonos directos de hasta 500 euros para que los italianos viajen este verano por su territorio, mientras que Turquía o Grecia han rebajado el IVA de los transportes», recordó Zoreda, quien hizo hincapié en que «al igual que hace pocos días se presentó el ‘‘cheque’’ al automóvil para cambiar de vehículo, también esperábamos un bono para incentivar a corto plazo el consumo turístico interno». Con todo ello, da la sensación de que «es un Gobierno que no considera que esta industria necesite ayudas para reactivarse, ni cree en el valor añadido y en los efectos reputacionales que implica a nivel internacional, sólo lo ve como un mero sector extractivo de ingresos presupuestarios», lamentó Javier Morillas, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad CEU San Pablo de Madrid.