¿Por qué hay personas que enferman gravemente de covid? Depende de los genes
Un estudio multicéntrico concluye que el grupo sanguíneo A tiene un 50% más de riesgo de tener complicaciones respiratorias
¿Por qué unas personas son asintomáticas o sólo tienen cuadros leves y otras acaban en la UCI al ser infectadas por el virus SARSCoV-2? Esta es la pregunta que lleva de cráneo a los médicos y que un equipo de investigadores de diferentes hospitales de España (Cataluña, País Vasco, Madrid y Andalucía) y del norte de Italia, epicentro de la epidemia en Europa, han intentado responder. En el pico de la pandemia, durante los meses de marzo y abril, iniciaron un estudio internacional coordinado por genetistas expertos de Noruega y Alemania. Tenían una intuición: si puede haber una predisposición genética que aumente el riesgo de enfermedad grave con fallo pulmonar en la infección por el nuevo coronavirus. Y hoy, casi cien días después, han publicado los resultados en la revista «New England Journal of Medecine».
Investigaciones previas habían indicado que factores como la edad, la obesidad o tener una enfermedad crónica como la diabetes o la hipertensión aumentaban el riesgo de desarrollar casos graves de COVID-19. Pero este equipo multicéntrico ha dado con otra clave: los genes también pueden determinar que algunos enfermos desarrollen formas graves de COVID-19. Su intuición no les falló.
Demostraron que variantes de dos regiones del genoma humano se asocian a un mayor riesgo de que pacientes con COVID-19 desarrollen un fallo respiratorio. Una se localiza en el cromosoma 3 y puede afectar a la expresión de genes que favorecerían la entrada del virus, así como a la generación de la llamada tormenta de citoquinas, la respuesta exagerada del sistema inmune que pone en riesgo la vida del paciente. «Hemos buscado la respuesta en los genes y hemos encontrado una fuerte asociación entre ciertas variantes genéticas en los cromosomas 3 y 9 y la gravedad de la enfermedad causada por el coronavirus», han explicaron los directores de los grupos que han participado en la investigación.
El cromosoma 3
La variante genética del cromosoma 3 abarca una región de regulación de seis genes que pueden tener un papel relevante en la gravedad de la COVID-19. Los investigadores dicen que todavía es prematuro saber cuál de estos genes podría influir en el curso de la infección, pero tienen pistas. Se sabe que para infectar las células, el coronavirus se une a la proteína ACE2, que están en la superficie de estas. Resulta que uno de estos genes interacciona con la proteína ACE2 y la estabiliza. Mientras que otro participa en la respuesta inmunológica inflamatoria que da lugar a la tormenta de citoquinas. Esta variante genética identificada en el cromosoma 3 es más frecuentes en personas más jóvenes de 59 años de media. Esto podría explicar el elevado número de ingresos en la UCI de pacientes de este grupo de edad.
El cromosoma 9
La segunda región del genoma humano que ha llamado la atención de los científicos es el cromosoma 9, en concreto, el en que determina el grupo sanguíneo del sistema ABO. La investigación corrobora que tener el grupo sanguíneo A se asocia con un 50% más de riesgo de necesidad de apoyo respiratorio en caso de infección por el coronavirus. Por el contrario, poseer el grupo sanguíneo 0 confiere un efecto protector frente al desarrollo de insuficiencia respiratoria (35% menos de riesgo).
Un trabajo en red
Este estudio multicéntrico ha sido el primero en identificar factores genéticos que aumentan el riesgo de desarrollar insuficiencia respiratoria en pacientes con COVID-19. Pero no es el único que investiga en esta línea. Con los resultados, esperan poder identificar a las personas más vulnerables y de esta manera, diseñar tratamientos personalizados.
Una vez más, la colaboración científica da resultados. En España, han participado investigadores del CIBEREHD y del CIBERES del Hospital Vall d´Hebron de Barcelona (María Buti), el Hospital Clínic (Javier Fernández), el Hospital Universitario Donostia (Luis Bujanda y Jesús Bañales), el Ramón y Cajal de Madrid (Agustín Albillos), el Virgen del Rocío de Sevilla (Manuel Romero) y de nuevo el Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid (David Jiménez).