Maratón de cumbres
Nadie puede aventurar cuánto durará la próxima cumbre del mes de julio. Si horas o días. Fuentes diplomáticas incluso barajan que sea necesario convocar varios citas al máximo nivel, ya que una sola cumbre puede no ser suficiente para desatascar las negociaciones. A pesar de esto, la posibilidad de un encuentro presencial permite la habitual liturgia europea para muñir acuerdos: reuniones de formato reducido, papeles entre delegaciones, ofertas y contraofertas y mirar a los ojos del contrincante para saber hasta dónde quiere o puede ceder.
El propósito es que el grueso del dinero puede empezar a fluir a partir de 2021 y que el 60% de las ayudas se desembolsen los dos primeros años. Para ello, no puede haber retrasos y esto exige volver en septiembre con los deberes ya hechos. La aprobación del techo de los recursos propios que permita la emisión de deuda europea exige no sólo la aprobación por unanimidad de las capitales europeas, sino también la ratificación de los parlamentos nacionales.