La Razón (Cataluña)

«Quería abrazar y no podía»

Lorenzo Sanz hijo perdió a su padre, el expresiden­te del Real Madrid, por coronaviru­s; uno de sus hermanos lo pasó y su socia estuvo en el hospital, muy cerca del abismo

- José Aguado -

Los ritos se inventan y perduran por alguna razón. Por su significad­o, por su procedenci­a o quizá porque sirven como despedida, porque dan consuelo: «Esta pandemia ha sido un palo, nos ha afectado muchísimo», cuenta Lorenzo Sanz, hijo de Lorenzo Sanz, el presidente de la Séptima del Real Madrid, muerto por coronaviru­s. «Sabemos que muchísimas familias lo han pasado muy mal y no le deseamos esto a nadie. Ahora, por fin, nos hemos podido juntar cuatro hermanos, porque una de mis hermanas aún está en Dubai, pero te falta algo sin un entierro y sin un funeral de tu padre. Y con esa angustia hemos estado viviendo».

Lorenzo Sanz murió el 21 de marzo, a los 76 años. «Atendiendo a las advertenci­as, no parecía que iba a ser grave. Enseguida entró en un cuadro febril y nos confiamos demasiado porque se decía que había que tener varios cuadros más. Se lo tomó con prudencia, se quedó en casa, pensando que no estaba tan mal y, cuando pasados unos días vieron que no mejoraba, decidieron ir al hospital. Allí se quedó ingresado, con una pulmonía bilateral y se aceleró todo. Fue impactante», recuerda vivamente ahora que se cumplen los 100 días del estado de

Te falta algo sin un entierro y funeral de tu padre. Y con esa angustia hemos estado viviendo»

alarma, de una de las crisis más inauditas que se recuerdan. Una crisis en la que había que ir creando lazos frente a la adversidad. «Quería abrazar, juntarme con mi familia, llorar juntos y eso no pudimos hacerlo».

Lorenzo Sanz no quiere sobresalir en su dolor, explica varias veces que eso le ha pasado a muchas familias, que la tristeza ha sido común en muchos hogares españoles. Para muchos ha sido una tormenta perfecta, un desastre detrás de otro. Lorenzo Sanz hijo ha vivido la muerte de su padre, el paso por el hospital de su hermano, también por el coronaviru­s, y la cercanía del abismo de su socia. También pilló la enfermedad, la mandó al hospital y estuvo muy cerca de no volver, con 49 años, sin patologías. Un día estás bien y va a empezar la primavera y otro día el mundo se está acabando.

La salud, las certidumbr­es, la economía. Lorenzo Sanz tiene un negocio de crepes, «Crêpes and Shakes» en Pozuelo, una localidad muy cercana a Madrid. Cerró, como todos los locales.

Se pueden hacer previsione­s de un año, calcular una mala temporada; es imposible vaticinar que los ingresos se paran de repente . «Primero es la salud, pero ahora la gente se puede morir de hambre. Con nosotros, la casera,

Tengo muy claro que hay que disfrutar. Un día estás y mañana viene una cosa de éstas... y te vas»

Beatriz Peña, se ha portado fenomenal, muy afectada con lo que nos había pasado a nivel personal. Nos ha ayudado y nos sigue ayudando», cuenta Lorenzo Sanz. «Las pérdidas están ahí y la recuperaci­ón va a ir muy lenta. Pero su ayuda va a hacer que, aunque sea un año nefasto, lo sea menos», confiesa.

Un golpe detrás de otro, cien días que para muchos han ido de pesadilla en pesadilla. Para los Sanz y para muchas familias en España. «Cuando te viene una cosa así de grande... Éramos una sociedad que vivíamos muy bien, habíamos leído las guerras en los libros de historia de los abuelos», reflexiona Lorenzo Sanz, de 49 años, de una generación democrátic­a, en el estado de bienestar. «Esto nos ha dejado en una situación inesperada. Va a quedar en la historia, con la cantidad de fallecidos que ha habido en España, será recordado, como la mal llamada gripe española. Esto es lo que tristement­e nos ha tocado vivir ahora».

Y si te ha dado de pleno, no puedes salir igual que empezaste, quizá no está claro o no es fácil de ver, pero probableme­nte algo en ti sea distinto. Hay que tomarse la vida de otra manera. Primero con precaución. «Mi padre y nosotros éramos muy ‘‘chulos madrileños’’, de esto no es nada, no va a poder conmigo, pero ahora sabemos que hay que tomarse las causas con precaución. Hay veces que no tenemos control de lo que nos sucede y que nos puede llevar al hoyo. En cuanto tengas un indicio, acude a gente experta, porque sí puede pasar. Desde el Gobierno se actuó de una manera un poco lenta porque era complicado de prever».

Con precaución, pero también con intensidad. Recordar que esto es un aviso, que mañana puede ser nunca, que puede que tu próximo cumpleaños lo celebres encerrado en casa o celebrándo­lo por zoom. «Con la muerte de mi padre tengo muy claro que hay que vivir, disfrutar, porque hoy estamos aquí, mañana viene una cosa de esta y te vas», continúa Lorenzo Sanz. «Cumplí años hace pocos y rescaté un champán que guardaba para ocasiones especiales. En mi cumpleaños, que ha sido muy triste, decidí sacarlo. Sí, hay que pensar en el mañana, en mis hijos, pero también que la vida son dos días y mañana no sabemos. Hay que apreciar lo que tenemos. Yo no suelo beber, pero si tienes un buen champán, no lo guardes», dice. «Sé que me gustaría seguir con el legado que dejó mi padre, continuar y ayudar al Real Madrid».

 ?? JESÚS G. FERIA ?? Lorenzo Sanz, en su casa. Quiere continuar con el legado de su padre y ayudar en lo que se pueda al Real Madrid
JESÚS G. FERIA Lorenzo Sanz, en su casa. Quiere continuar con el legado de su padre y ayudar en lo que se pueda al Real Madrid

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