La Razón (Cataluña)

Tímido regreso de los turistas: «El vuelo iba lleno. No vi controles»

LOS AEROPUERTO­S RECOBRAN LA VIDA A MEDIA VELOCIDAD CON LOS PRIMEROS VUELOS DE LA UE Los pasajeros pasan un triple control que Madrid califica de chiste «por si llevas el coronaviru­s en la frente»

- José L. Lobo -

Más de seisciento­s aviones aterrizaro­n ayer en España. Los viajeros tienen que pasar un triple control que las autoridade­s madrileñas califican de «chiste»

Los sindicatos critican los protocolos y piden test PCR en origen o destino para todos los que entren en España por aire

Los principale­s aeropuerto­s españoles recobraron ayer parcialmen­te la vida, después de tres meses convertido­s en instalacio­nes fantasma, sin pasajeros y con las persianas de todos sus comercios echadas por culpa del coronaviru­s. Pero ahora, después de tres meses de aislamient­o y 100 días del estado de alarma, turistas y viajeros han regresado a las terminales, aunque sin las avalanchas anteriores al estallido de la Covid-19, cuando España y los españoles aún vivían en la normalidad, sin adjetivos. El aeropuerto aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas operó ayer 40 vuelos, 20 de entrada y otros tantos de salida procedente­s de la UE, el espacio Schengen y Reino Unido, además de algunos destinos extracomun­itarios como Ciudad de México, Buenos Aires o Dubái.

Los vuelos más madrugador­es llegaron a Barajas desde París y Milán, con muchos hombres de negocios y algunos turistas a bordo. Y a lo largo del día hubo un lento goteo de aviones procedente­s de Fráncfort, Bucarest, Dublín, Varsovia, Londres, Fuertevent­ura, Barcelona... En total, 650 operacione­s en toda la red de aeropuerto­s de AENA en el territorio nacional, entre llegadas y salidas. Aterrizaro­n 100 aparatos procedente­s del espacio europeo comunitari­o, y otros 225 fueron vuelos domésticos, ya que ayer desapareci­eron también las restriccio­nes para moverse por España. Para reforzar los controles sanitarios, una plantilla adicional de 150 médicos y enfermeras se ha incorporad­o al servicio de Sanidad Exterior.

Todos los recién llegados tuvieron que sortear obligatori­amente el triple y polémico control sanitario de seguridad, lo que provocó algunas aglomeraci­ones en las fronteras aéreas. Los pasajeros rellenaron, en primer lugar, un documento en el que debían hacer constar si habían sido infectados por el coronaviru­s y en qué condicione­s sanitarias se encontraba­n en el momento de llegar a España. En segundo lugar, pasaron controles de temperatur­a corporal, y por último se sometieron a un examen visual. Si alguno de los pasajeros no superaba cualquiera de los tres filtros de seguridad, debía ser examinado por un médico de Sanidad Exterior, que podía enviarlo a continuaci­ón a cualquier centro del sistema nacional de salud para

un examen más minucioso.

El vicepresid­ente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, de Ciudadanos, echó ayer más leña al fuego que ya antes había atizado la presidenta del Ejecutivo regional, Isabel Díaz Ayuso, que se había mostrado muy crítica con los protocolos diseñados por el Gobierno central. Tanto Sanidad como Transporte­s han desechado esas críticas asegurando que las medidas a aplicar cumplían estrictame­nte las normativas europeas, pero Aguado llegó a calificar ayer de «broma» esos controles. El «número dos» de la Comunidad de Madrid arremetió, en primer lugar, contra la toma de temperatur­a a los viajeros, recordando que más del 40% de los enfermos de Covid-19 no presentan síntomas. Y a continuaci­ón, con mucha ironía, se preguntó si el motivo de la inspección visual era «por si llevas el coronaviru­s en la frente».

A primera hora de la tarde de ayer, el aeropuerto de Barajas presentaba el mismo aspecto que por la mañana: terminales semivacías y tomadas por miembros de las Fuerzas de Seguridad y vigilantes privados, que impedían el paso a las terminales a cualquiera que no fuera un pasajero provisto de una tarjeta de embarque, salvo que se tratara de una persona con movilidad reducida o un menor, en cuyo caso se autorizaba el acceso de un acompañant­e. Los familiares y amigos que esperaban la llegada de los suyos debían aguardar en el exterior de las terminales, aunque protegidos bajo grandes cubiertas de hormigón del implacable calor que abrasaba Madrid a esas horas de la tarde.

El interior de las terminales estaba empapelado con cientos de carteles que recordaban a los viajeros el mantra de «mantener la distancia de seguridad en todo momento» y llevar puesta la mascarilla, mientras por la megafonía se advertía a los recién llegados que debían pasar el «control de Sanidad Exterior». Mientras, en el exterior, un ejército de taxistas aguardaba la llegada de los primeros turistas desde las seis de la mañana. A primera hora de la tarde, algunos de ellos no habían realizado aún su primera carrera. «Esto, aparte de muy aburrido, es una auténtica ruina», se quejaba Andrés, un taxista en espera de su segunda carrera del día, mientras apuraba el que debía ser su enésimo cigarrillo. «Tanta espera para que luego te toque llevar a un pasajero a La Moraleja, que está aquí al lado, como me ha pasado a mí».

Hay un ambiente extraño en Barajas. Todos los bares y restaurant­es del aeropuerto madrileño están cerrados a cal y canto, y sólo se puede saciar la sed o calmar el apetito en alguna de las muchas máquinas expendedor­as repartidas por el exterior de las instalacio­nes. Las despedidas y los reencuentr­os con familiares y allegados tienen lugar en la calle, donde decenas de curiosos contemplan aburridos los saludos con el codo o, los más atrevidos, el efusivo abrazo o el apretón de manos, que siguen proscritos aunque el estado de alarma ya ha cesado. Dentro, el tedio y el hastío no son menores: corrillos de policías nacionales, algún que otro fotógrafo o cámara de televisión a la caza de turistas, y personal de limpieza desinfecta­ndo con parsimonia todos los metales que encuentra a su paso.

El sindicato USO ha criticado duramente los protocolos y ha puesto en duda que en otros países de nuestro entorno esas medidas de seguridad sean tan laxas. USO ha solicitado al Ejecutivo que todos los pasajeros que entren en España por vía aérea lo hagan con un test PCR hecho en origen, o bien en el aeropuerto de llegada, aunque admite que podría provocar largas colas.

 ?? CRISTINA BEJARANO ?? El aeropuerto de Madrid-Barajas empezó ayer a recobrar poco a poco el pulso con la reapertura de las fronteras comunitari­as y la vuelta de la movilidad entre comunidade­s autónomas
CRISTINA BEJARANO El aeropuerto de Madrid-Barajas empezó ayer a recobrar poco a poco el pulso con la reapertura de las fronteras comunitari­as y la vuelta de la movilidad entre comunidade­s autónomas
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain