La Razón (Cataluña)

«No he visto controles, el vuelo iba lleno»

EN PRIMERA PERSONA «Me han preguntado si tengo el coronaviru­s. Estoy sano, pero no iba a ser tan estupido de decir que sí y echar a perder mis vacaciones»

- J. L. L. -

Los controles están más relajados en Madrid que en Bélgica», asegura una viajera procedente de Amberes

El alemán Hans no tiene aspecto de turista. Pero las apariencia­s engañan. Son las 16:30 horas y su vuelo procedente de Fráncfort acaba de aterrizar en Barajas. Viste un pulcro traje y una corbata chillona que desentona con el conjunto, pero su aspecto parece preocuparl­e poco. Con su pequeña y rapada cabeza coronando un robusto corpachón, Hans chapurrea el castellano a la vez que lo maltrata. Aún así, se hace entender. Trabaja en la industria auxiliar del automóvil, y una importante reunión de trabajo lo ha traído a Madrid. Pero el martes, seguro, cambiará la chaqueta por unas bermudas, porque tiene pensado volar a Mallorca para reunirse con su mujer, Greta, y sus dos hijos en Alcudia, al norte de la isla. «¿Qué me ha llamado más la atención? Pues que en el cuestionar­io que he tenido que rellenar me preguntaba­n si tengo el coronaviru­s. Estoy sano, pero no iba a ser tan estupido de decir que sí y echar a perder mis vacaciones», se justifica.

Los motivos de los primeros pasajeros aéreos tras el estado de alarma son muy diversos: Elena viaja a Holanda para coger un vuelo humanitari­o hacia Panamá; Jaime se va a Menorca por trabajo, así como Diego, que ha conseguido un nuevo empleo en Londres y desea comenzar allí una nueva vida, por lo que espera una apertura de fronteras definitiva, informa Efe. «Me voy porque es mi oportunida­d de cambiar de trabajo y poder ser maestra», señala Aurelia, a quien le han cancelado tres vuelos en junio.

En el vuelo procedente de Bruselas viene José por motivos de trabajo y después de «mucho tiempo». Cuando llega se declara «sorprendid­o» porque no ve ningún control, «el vuelo iba lleno y no había distancia de seguridad». Walter es belga, y después de cuatro meses se va a reencontra­r con su pareja. Comenta que en el vuelo ha visto «mucha gente», y aunque le han hecho «rellenar un papel» –la llamada declaració­n responsabl­e del viajero– no le han tomado la temperatur­a (la toma la realiza un sistema de cámaras termográfi­cas que muchas veces son impercepti­bles). Alejandra, que viene de Amberes, afirma, por el contrario, que sí le han hecho una toma de temperatur­a, pero asegura que los controles están «más relajados» en Madrid que en Bélgica.

A las puertas de la terminal están Carmen y Jorge con sus hijos, Alberto y Claudia. En el grupo familiar solo falta Javier, a quien esperan impaciente­s después de un año sin verlo, ya que este joven de 16 años se fue en agosto a estudiar a EE UU y desde entonces no ha visto a su familia. Lo que no sabe es que lo esperan ataviados con camisetas con el escudo de su instituto, la bandera de su equipo favorito, banderines de España y globos con corazones, un recibimien­to a lo grande que se produce entre lágrimas y abrazos. Lágrimas que tampoco faltan en las despedidas, como en el caso de María Gracia y Francesco, que son pareja desde hace cinco años y que tras cinco meses sin verse por el coronaviru­s, hoy tienen que volver a despedirse.

 ?? CRISTINA BEJARANO ?? Los viajeros que aterrizaro­n o despegaron ayer de Barajas se mostraron sorprendid­os por la laxitud de los controles
CRISTINA BEJARANO Los viajeros que aterrizaro­n o despegaron ayer de Barajas se mostraron sorprendid­os por la laxitud de los controles

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain