Perros para fomentar y mejorar la capacidad lectora de niños y adultos
La Asociación Perros y Letras ha trabajado con más de mil escolares gracias a «la Caixa»
La lectura es uno de los grandes retos a afrontar por parte de los centros educativos. A menudo es complicado motivar a los alumnos a coger un libro y frecuentemente la fluidez y comprensión lectora de los estudiantes es deficiente. Ante esta circunstancia, un animal, concretamente, el perro, se puede convertir en un aliado ideal para solventar esta situación. Prueba de ello es la experiencia que desde 2012 acumula la Asociación Perros y Letras, que trabaja con el método REAB, nacido en Estados Unidos hace unos 20 años para fomentar y mejorar la capacidad lectora de los alumnos españoles y de la población en general. En los entornos entornos educativos, la metodología consiste en convertir al niño en el lector de un perro, que ejerce de oyente y reacciona ante lo que el alumno le lee. «Acudimos a las escuelas o centros y ellos son los que eligen a los estudiantes que van a participar en la actividad, a los que se le ofrece un abanico de textos, todos ellos lúdicos, para que escojan el que prefieran», explica Elena Domínguez, directora de la asociación, quien viajó a EE UU para conocer y formarse en el método REAB.
A continuación, el alumno, que puede ser de Primaria, Secundaria o incluso adulto, se sienta junto al perro y en compañía únicamente del dueño del animal, evitando siempre la presencia de un profesor «corrector». El alumno lee en voz alta al animal y éste reacciona ante lo que escucha, de manera que si el lector comete un error el perro mueve una pata, por ejemplo. «Jugamos con el cambio de rol: el estudiante se siente en ese momento como el profesor del perro», explica Domínguez, quien señala que las sesiones con canes son semanales y de unos 20 minutos de duración y, por supuesto, individuales. Desde 2012, la asociación, que ha podido desplegar este programa gracias a la ayuda de la Fundación Bancaria «la Caixa», ha trabajado con más de mil escolares y los resultados hablan por sí solos. En este sentido, la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid, que participa en el proyecto, ha realizado un par de estudios al respecto que evidencian que los alumnos que han participado en el programa mejoran su fluidez y comprensión lectora, así como su autoestima. Además, como apunta Domínguez, esta actividad, que también puede desarrollarse en otros entornos más allá de los centros educativos como bibliotecas, contribuye a potenciar la motivación por la lectura, a mejorar la atención y concentración de los chicos y a facilitar las relaciones sociales.