El Govern se niega por ahora a confinar Lleida pese a los rebrotes
El Govern de la Generalitat descarta por ahora tomar medidas excepcionales y confinar Lleida pese al segundo rebrote registrado en la demarcación y a su proximidad con Huesca, otra de las zonas con un incremento notable de contagios por coronavirus. Así lo explicó ayer la portavoz del Ejecutivo catalán, Meritxell Budó, quien se opuso a una hipotética reactivación del estado de alarma en caso de que la situación empeore y reclamó conservar todas las competencias para decretar medidas excepcionales si son necesarias en las próximas semanas.
En concreto, la ciudad de Lleida amaneció ayer con un nuevo brote de la Covid-19 registrado en la residencia Castrillón, un caso que es «independiente» del detectado en Aragón, según la Generalitat. Este nuevo foco ha obligado a dar marcha atrás y a retroceder a la fase 2 de la desescalada en cuatro comarcas de Huesca.
La citada residencia ilerdense ha registrado un brote de coronavirus con 13 residentes y 5 trabajadores que han dado positivo, y desde la Atención Primaria de Lleida se está llevando a cabo un refuerzo de enfermería y auxiliares para apoyar en las tareas de atención en el geriátrico. «Todos los contactos están controlados» y se está llevando a cabo «un seguimiento exhaustivo para controlar la propagación y garantizar los aislamientos necesarios», explicó la portavoz del Ejecutivo. Sobre el brote en Aragón, Budó aseguró que «no está sobre la mesa» restringir la movilidad entre ambas comunidades, si bien reconoció que existe el «riesgo» de que personas que hayan estado en esas comarcas oscenses hayan viajado luego a Lleida.